domingo, 29 de julio de 2012

Iggy Afrancesado


Hace unas semanas, justo antes de este último parón, hablábamos de Iggy Pop y su carrera de los últimos años. En aquella ocasión era con motivo de su concierto con los Stooges en el festival Cruïlla de Barcelona. Sin embargo, no es a su vertiente Stooge a la que quisiera dedicar estas líneas, sino a sus dos últimos discos en estudio.

Skull Ring”, de 2003, fue el último disco de rock que ha grabado Iggy Pop. Después vino ese tremendamente decepcionante disco con los Stooges (“The Weirdness”, 2007), para acabar grabando en 2009 la que sería su siguiente entrega en solitario, un extraño trabajo que tituló “Préliminaires”. El hecho de titularlo en francés no es casual. “Préliminaires” responde a una querencia por la cultura francesa, tanto en lo musical, tirando hacia la chanson de los 60's y 70's, como por la literatura, encarnada en el gran Michel Houellebecq. Para quien no sepa quién es Houellebecq, se trata de un escritor y poeta contemporáneo del país vecino, que comenzó a publicar a principios de los 90's. Podéis leer más sobre él haciendo clic aquí. De hecho, es la novela “La posibilidad de una isla” la que inspira a Iggy para la creación de este larga duración.

Si bien la combinación de un personaje tan hosco, ácido y nihilista como Houellebecq con Iggy Pop ya resulta francamente interesante de por sí, el cambio de registro que muestra el Michigan completa un conjunto que como mínimo, invita a darle un tiento. Porque en “Préliminaires” no hay rastro del hard-rock-punk que lleva practicando Iggy Pop desde finales de los 80's. Si bien es cierto que Iggy había jugueteado con la New Wave o que su etapa como aliado de Bowie se alejaba bastante de los parámetros, digamos, clásicos de Detroit, probablemente es su imagen de directo la que asocia a Iggy Pop con guitarras atronadoras y bajos punzantes.
La portada está muy bien escogida...
Pues no señores. En “Préliminaires” hay jazz, hay aires de canción francesa, hay temas cabareteros, algún tema acústico tímidamente rock, influencias de las bandas sonoras de películas, pop... pero nada de rock de guitarras. Y hay que reconocer que se maneja bastante bien en estos parámetros. No es la primera vez que Iggy Pop se acerca a estas sonoridades, recordemos aquella oscura maravilla llamada “Avenue B” (1999) que casi todo el mundo parece haber olvidado. Pues bien, parece como si Iggy retomara el camino que dejó incompleto en “Avenue B”.

Se atreve a cantar en francés dos temas, hace una versión del clásico “Insensatez” de Stan Getz y que me aspen si “King Of The Dogs” no es una canción por la que hubiera matado Tom Waits, y que a la postre, resulta ser uno de los cortes memorables del disco. En fin, ignoro si fue un órdago hacia su compañía discográfica, una muestra de personalidad o un pulso que no se atrevió a completar en 1999 (“Avenue B” contenía también 2 o 3 temas más rockeros que desentonaban con la línea del disco en general), y supongo que a su compañía no le hizo ni puñetera gracia. Y lo entiendo, para el gran público que espera discos de un Iggy Pop rodeado de guitarras bien altas, “Préliminaires” es una suerte de suicidio comercial. Lo cuál, para mi gusto, le suma atractivo al conjunto.

Hecho un pincel...
Algo de eso habría, cuando este mismo año publicó con una compañía independiente la que sería la continuación de “Préliminaires”, “Après” (2012). Efectivamente, este disco ya no se graba bajo la tutela de Virgin-EMI, sino que se monta un juanpalomo que le lleva incluso a una particular línea de distribución, a través de la web francesa de venta de moda outlet Vente Privée... sí, el idilio de Iggy Pop con Francia es total. Segundo trabajo con título en francés, en esta ocasión se trata de un pequeño divertimento, a base de grabar 10 versiones, una vez más, muy alejadas del rock. La columna vertebral del disco se nutre de clásicos de la música gavacha, en esa lengua, con Gainsbourg, Brassens y Edith Piaf entre otros. La producción, además, en esta ocasión sí que bebe de la chanson, las acústicas y los arreglos elegantes predominan. Incluye algunos temas en inglés, como el clasicazo de Nilsson “Everybody's Talkin'”, y se atreve con una versión de The Beatles, cómo no, “Michelle”. Como suele ocurrir en esta clase de discos de versiones, el resultado es irregular, y aunque tiene algunos momentos muy buenos, en otros, ese registro tan grave y esa forma tan engolada de cantar de Iggy no acaba de encajar en la canción.

Así que éste es el Iggy Pop de 2012... un tipo que se sube a un escenario a cantar temas punk y hard rockeros de hace 40 años, sin camiseta y dejándose el pellejo, mientras que luego, aprovecha sus pausas entre giras para grabar discos de jazz y canción francesa. No negaré que a priori parece como si alguna de las dos posturas fuera un poco impostada. Como si lo que a Iggy le viene de gusto es grabar discos como “Après” pero sabe que la financiación la puede obtener fácilmente de desgranar material Stooge sobre las tablas. Pero como dije en el anterior post, yo no vi a un tipo luciendo una pose en el concierto del mes pasado, sino a una persona que se creía lo que hacía, que lo disfrutaba y que lo daba todo. Y qué os puedo decir, me encanta esa dicotomía, que yo mismo también tengo. Hay días que necesito escuchar “Après” y otros en los que me tiro de cabeza a por “Fun House”.

Sólo me queda, pues, una duda. ¿Hacia dónde tirará la carrera de Iggy Pop? ¿Volverá a grabar rock n' roll? ¿Se atreverá a realizar una gira presentando su material más, digamos, tranquilo? No me digáis que no tendría su interés, un concierto de Iggy en su vertiente sosegada, desgranando “Préliminaires”, “Après” y “Avenue B”, pero también cantando, por ejemplo, “China Girl”, “Dum Dum Boys”, “Nightclubbing”, “Tell Me Stories” o “Without You”...

Canciones:

Iggy Pop: “Et Si Tu N'Existais Pas”
Iggy Pop: “King Of The Dogs”
Iggy Pop: “Les Feuilles Mortes”





lunes, 9 de julio de 2012

Iggy & The Stooges, Barcelona, 6/07/12


Quisiera comenzar estas líneas con un dato: James Newell Osterberg, más conocido como Iggy Pop, es un señor que tiene 65 años. No es una consideración baladí, y además, creo que da un cierto sentido a la reflexión que quería hacer, tras haber presenciado el concierto que Iggy & The Stooges dieron en Barcelona el pasado viernes, en el marco del Festival Cruïlla.

Iggy Pop no gira en solitario, presentando su material propio, desde 2001. En 2003 publicó aquél “Skull Ring” en el que grabó un par de temas junto con los hermanos Asheton, y se anunció la gira de reunión con The Stooges, con quienes llegó a grabar un flojísimo disco, “The Weirdness” en 2007. En definitiva, Iggy lleva toda una década girando con un repertorio que tiene más de 40 años, y mientras tanto, ha publicado dos discos en ese período, en solitario, que no pueden estar más alejados de las sonoridades Stooge, me refiero a “Préliminaires” (2009) y un divertimento en forma de versiones que tituló “Après” (2012). Y hablaré de estos dos discos más adelante, pero si me permiten un apunte, quisiera subrayar el hecho de que en sus últimas grabaciones Iggy Pop explora una faceta más cercana al jazz, al vodevil y a la canción francesa clásica.

De modo que no dejo de preguntarme el por qué de esta dicotomía. Por un lado, el Iggy más duro, más rockero, más típico también, apostando por el valor seguro que suponen unos discos, los tres con los Stooges, que han entrado como miembros de pleno derecho en el olimpo del rock n' roll. Por otro lado, un Iggy sosegado pero arriesgando mucho, con discos que le harían perder muchísimos seguidores, de no ser por esa redención que practica en los escenarios desgranando su material pretérito.
Iggy se sentía solo...
Si me pongo en plan malpensado, podría llegar a la conclusión de que lo que de verdad le pide el cuerpo a Mr. Osterberg es grabar canciones jazzys. Pero, consciente como es del peso que su figura tiene en la iconografía rockera y en la industria en general, sabe que seguir girando repescando esas canciones de toda la vida, machacándose en un escenario, le inyecta unos dividendos y una tranquilidad económica como para poder afrontar proyectos probablemente deficitarios como sus dos últimos discos. Hablando en plata, hacer el cafre sobre las tablas mientras toca temas de 1969 es su trabajo mientras que imitar a Gainsbourg o a Brel es su hobby.

Argumentos acerca de esto último los podemos encontrar en varios puntos sorprendentes de la última década. Hacer una gira con The Stooges resultaba entrañable. Hacer varias durante 6 años es exprimir demasiado el limón. Grabar un disco “nuevo” con The Stooges después de 40 años es una jugada cutre, e innecesaria, Iggy llevaba una carrera en solitario fantástica. No es como el nuevo disco que grabaron los Who o incluso los New York Dolls, quienes habían tenido carreras en solitario discretísimas. Y como pirueta final, el repescar a James Williamson tras la muerte de Ron Asheton ya no sé cómo calificarlo, si de movimiento lógico o de acto ruin.

Y sin embargo, lo que presencié el viernes pasado en Barcelona me desmonta los argumentos. Yo vi a un Iggy Pop dándolo todo, destrozando su físico (no olvidemos sus 65 años), cumpliendo con esos trucos arriesgados para su integridad como hacer subir al público o bajar al foso. Por más ganas de grabar discos, digamos, diferentes que tenga, Iggy Pop no tiene la necesidad de cumplir con estos rituales. No está arruinado ni depende de estos circos. Así que me da que pensar que en realidad disfruta de estas experiencias en sus conciertos. Que probablemente ahora mismo no le apetece grabar otro disco de rock, pero que sigue amando el rock n' roll y entregarse en sus conciertos.
Iggy Pop +  Instagram
El viernes pasado hicieron un concierto en un marco muy extraño, como es un festival extremadamente ecléctico, con una alarmante tendencia al perroflautismo, que se reflejaba en un sector del público. No importó. Se cascó casi todo el “Raw Power”, repescó un par de números del “Kill City”, recuperó también algún tema de la primera etapa Stooge (sin Williamson) y todavía le dió tiempo a hacer su clásica versión del “Louie, Louie”.

La actuación fue de más a menos, algo que se perdona tras el desgaste y por la edad. Pero amigos, los primeros 40 minutos de show fueron algo inenarrable. Energía, saber estar, un repertorio mágico y un público entregado, en el que se vivieron algunos pogos y momentos de de crowd surfing que hacía mucho que no veía. En un momento del concierto Iggy bajó y saltó la valla del foso para mezclarse con el público. Fruto de un lance, recibió un golpe que le hizo sangrar un poco el labio. Bueno, esa imagen de Iggy Pop, torso desnudo, bailando, cantando como él sabe y con el labio ensangrentado podría ser muy definitoria del show.

¿Y la banda? Bien. Muy solvente. Pero permítanme sinceridad: aburridos, anodinos y carentes de todo carisma. Salvaría a Mike Watt, en lo que a carisma se refiere. Pero James Williamson es un buen guitarrista, sin la menor presencia. Lo mismo se puede decir de Scott Asheton. Seamos claros, podría haber venido Iggy Pop con una banda formada por buenos mercenarios, por buenos músicos profesionales, y el resultado hubiera sido exactamente el mismo. Lo cuál me lleva a una última reflexión: ya va siendo hora de que Iggy Pop recupere su propia carrera en las giras. Quiero ver un concierto de Iggy Pop, no de The Stooges o de Iggy & The Stooges. Quiero a un Iggy que puede tocar con pleno derecho el material de hace 40 años, pero que también toque temas de “Lust For Life”, “The Idiot”, “New Values”, “American Caesar” o “Brick By Brick”. Sinceramente, creo que ya toca.

Canciones:

Iggy & The Stooges: “Penetration”
Iggy & The Stooges: “Open Up And Bleed”
Iggy & The Stooges: “I need somebody””




miércoles, 4 de julio de 2012

Hoteles (otra vez)


La vida en los hoteles resulta ser una suerte de dimensión paralela. Todo es lujo. Todo es limpieza. Tienes habitaciones más grandes que tu propio comedor y te irritas por nimiedades como si la wi-fi no funciona correctamente. Llegas por la tarde y el desorden de la noche anterior de cama completamente deshecha, lavabo semi inundado, ropa literalmente tirada por medio, libros, revistas, trastos, todo como si hubiera estallado una bomba en mi maleta, y todo ello, aparece en un perfecto estado de revista, listo para comenzar el proceso de desorden y dejadez. Porque sabes que alguien habrá, al día siguiente, que ordene tu mierda y recoja los calzoncillos sucios que has tirado en la esquina. Subes al gimnasio, ese espacio que suele estar casi siempre casi vacío, y tratas de quemar tu mala conciencia de comidas poco saludables.

Y luego están esos días, esos días en los que en realidad te sientes solo y cabreado con la humanidad, y simplemente te la trae al pairo las bellezas que ese lugar del mundo donde estás te puede ofrecer, y no sales del hotel. Bajas al restaurante. En el hotel estás aislado del mundo real. La luz es fría, la moqueta asquerosa, los tonos pastel en las paredes. Incluso el clima es artificial. El puto aire acondicionado de los hoteles, permanente, helador. El microclima. Ese hilo musical del hall, digno de servir como banda sonora para cualquier matanza indiscriminada. Versiones de Brian Adams con piano sintetizado. Brian Adams debió sentirse muy enfadado con la humanidad y creó su venganza a base de esas canciones que te asaltan donde menos te lo esperas, constantemente, tantos años después. Él, que había rockeado dignamente en “Reckless”, algo le tendría que pasar para que decidiera infringir tanto dolor a la población mundial.

Todo son reverencias y parabienes por parte de los empleados, que seguramente deben escupir en mi cepillo de dientes o en mi café. Todo es “sir” por aquí, y “mister” por allá, y “excuse me” y “have a good evening”. Sonrisas forzadas, tonos de voz pausados, acentos extraños. Y tratas de ser amable y de no comportarte como un pequeño burgués, como un nuevo rico, como un cachorro arrogante de la nobleza. Y en realidad, te sorprendes de que el dinero haga que las personas te profesen ese trato, cuando en casa, la cajera del súper apenas te masculla un saludo y cualquier mamarracho te tutea. Porque en realidad, recuerdas que todo esto es mentira.

Canciones:

The Stooges: "I need somebody"
Pearl Jam: "Why go?"
Amy Winehouse: "Fuck me pumps"

lunes, 2 de julio de 2012

Siete años de NDK


Si os fijáis en la parte superior de la columna derecha de este blog, sí, donde están los links, el archivo, los tags y otras memeces, aparece una frase que ahora me suena absolutamente lapidaria:

Aunque no lo parezca, Notas de Kar inició su andadura el 2 de julio de 2005.

En efecto, queridos lectores, hoy hace la friolera de siete años que comencé con este blog. El “aunque no lo parezca” tiene su explicación aquí. Los que no queráis seguir el link, os lo creéis, y ya. O no. Como queráis, en realidad, me da lo mismo.

Siete años… pocas cosas me han durado tanto. Francamente, muy pocas. Así que me permitiréis un poco de orgullo. Y eso que debo reconocer una tendencia a la inconstancia en lo que a frecuencia de publicación se refiere. A temporadas prolíficas le suceden otras etapas de silencio y peregrinaje por el desierto. Para ser sincero, estas primeras son cada vez más cortas. Sin ir más lejos, llevaba un mes con el blog en barbecho. Cosas que ocurren. Podría hacer acto público de constricción y decir que de ahora en adelante habrá actualizaciones, si no diarias, con una frecuencia digna. Pero para no mentir, simplemente diré “Stay Tuned for more NDK”.

Hace siete años yo tenía 25. Acojona, eh? Dicho así, pensando en cómo eras y en cómo has cambiado en estos siete años que han pasado como un chasquido de tus dedos. Piensa en ello. Trata de verte ese 2 de Julio de 2005. ¿No te entra el vértigo? A mí, sí. Lo he dicho muchas veces, aunque en estas líneas no relate mis hazañas diarias, no deja de ser una ventana abierta, no cuesta mucho ver entre ellas un relato vital. Por si a alguien le interesa.

En estos siete años han pasado muchas personas por aquí, a las que agradezco su lectura, pero mucho, muchísimo más, sus comentarios. Seamos sinceros, una persona que escribe un blog y lo hace público es porque quiere que le lean, y qué mejor prueba de lectura que los comentarios. Hace siete años, un blog era lo más novedoso. Luego llegaron Facebook (sí, hubo una época en la que había gente que colgaba en un blog sus fotos y sus comentarios sobre la barbacoa del domingo pasado) y más tarde Twitter, y ahora Tumblr, que parece ser lo más. ¿Qué puedo decir? Me sigue gustando el blog, y para mi gusto, es el formato perfecto. Está bien haber limpiado la bloggosfera de muchas chorradas, pero lo confesaré aquí y ahora. Temo el momento en el que los blogs caigan en la categoría en la que podemos encontrar ahora mismo a MySpace o a Hotmail Messenger.

El tiki - mascota de NDK
Cualquier día de estos debería comprar un dominio y transferir todo esto a una plataforma un poco más estable, y más propia, que Blogger. Especialmente después de saber la indigna jugarreta que le hicieron al amigo Aitor Fuckin’ Perry y su fantástico Megamelómanos. Me da un poco de miedo, no obstante, la migración, un error, y todo perdido, como ya me pasó una vez. Cualquier idea es bienvenida.

Así que no me queda más que despedirme, felicitándome por este cumpleaños, y prometiendo que frecuente, o no, prometo seguir dando guerra, seguir en la barricada. Y gracias a todos los que leéis o habéis leído, especialmente a los (permitidme) “viej@s del lugar”, me hace mucha ilusión leer comentarios vuestros todavía, después de tanto tiempo.

Hale, besos, abrazos y arrumacos varios. Siempre vuestro, Kar…

Canciones:

Mötley Crüe: "Home Sweet Home"
Pixies: "Gigantic"
Kyuss: "El Rodeo"