lunes, 31 de diciembre de 2012

Nochevieja 2012


¿Ya tenéis pensado cuál va a ser la primera canción que vais a pinchar en este 2013? No me refiero a la chorrada que suene en el primer anuncio del año, o el tono de vuestro móvil, o cualquiera de esas canciones que pilléis, como quien no quiere la cosa, en un especial televisivo. No. Me refiero a la primera canción que queráis escuchar el año que viene. Que os pongáis frente al equipo de música, elijáis el disco, lo pongáis y seleccionéis el tema.


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jueves, 27 de diciembre de 2012

libro del mes (diciembre): “la magnitud del desastre”, oriol llopis

Alguien me podrá decir que cuando ya no es el músico, sino el crítico o el periodista musical, el que publica sus memorias, es que todo se nos ha ido de las manos. Y probablemente no le falte razón. Aunque las mías para hacerme con este libro eran dos. O tal vez tres. La primera, es que me siento más cerca del periodista musical que del músico. Egoísmo. Ya que soy consciente que ser estrella del rock me queda muy lejos, me puedo conformar con escribir sobre rock. Porque el periodista musical es, al final, un fan, ¿no?. La segunda, que Oriol Llopis es todo un personaje, bregado en mil batallas de toda índole, y un tipo con cosas que contar de cómo era estar trabajando con el rock n’ roll en nuestro país. Y la tercera, que es razón pero no lo es tanto, porque leí comentarios buenos sobre este libro.

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martes, 25 de diciembre de 2012

pelis navideñas sin ñoñerías & norma jean magazine


Hace algún tiempo comencé a leer el e-zine Norma Jean Magazine… sí, es una revista on-line principalmente orientado para un público femenino. Lo cuál, afortunadamente, no excluye al lector masculino… es más, tiene su aquél… un poco por aquello de “¿qué piensan las mujeres?”. Y hace unas semanas, tuve la oportunidad de colaborar… bueno, que alguien publique tus textos da un pequeño subidón, esa es la verdad. Afortunadamente, la cosa no se quedó allí, y unos días atrás me publicaron un segundo texto, muy acorde a las fechas navideñas. De modo que ahí os lo dejo. Que lo disfrutéis. Y no dejéis de visitar Norma Jean Magazine, podéis encontrar un enlace en las secciones de la derecha de vuestra pantalla:

“La navidad se ha convertido en un género cinematográfico de por sí, y las películas, como también la música, nos acompañan en estas fechas...

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miércoles, 19 de diciembre de 2012

guilty pleasures (4)

El guilty pleasure de hoy es durillo… lo admito, no sin cierto rubor… Así que a modo de justificación, dejadme que os cuente una historia. Hace unos años tuve un amigo. Habíamos sido amigos desde el parvulario, y fue así durante los siguientes 25 años, aproximadamente. No es que nada pasara, simplemente, éramos muy diferentes, tomamos tipos de vida diferentes, y si a todo ello le sumas un cóctel de pasividad, de orgullos mal llevados y de no decir las cosas cuando hace falta, bueno, el resultado es que la amistad se va, como lágrimas en la lluvia, y tal, que decía aquél.

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miércoles, 12 de diciembre de 2012

la banda – 1995

Esto sería en la primavera de 1995. Yo tenía entonces 15 años y en plena adolescencia, tenía el grunge subido. Hacía, ya sabéis, justo un año de la muerte de Kurt Cobain, y la tele se llenaba de reportajes al respecto. Como popularidad de movimiento en España, el grunge estaba en su apogeo. Y llegados a este punto, por favor, no me vengáis con purismos de terminología. Llamadlo grunge, llamadlo rock alternativo, llamadlo escena noventera… qué más da…

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jueves, 6 de diciembre de 2012

sueños… guest star: michael jackson

Marchando una de sueños extraños. No es la primera vez que hablo de mis sueños, podéis ver más aquí… El de anoche comienza conmigo en la oficina. Veamos, es mi oficina, porque estoy allí trabajando, pero el aspecto no es, en realidad, el de mi oficina. En una sala cerca de mi despacho hay un aula, como de colegio. Es decir, ahora mezclamos mi oficina con mi instituto… vamos bien. En esa aula hay reunido un grupo de gente, sentados en los pupitres, y en lo que sería el pupitre del profesor nos encontramos a Michael Jackson y a su hermano. ¿Será Tito? ¿Randy? ¿Germaine? Qué más da, si eran todos iguales. Ambos lucen como en los 80’s, Michael es todavía medio negro y el hermano (TitoRandyElQueSea) lleva uno de esos afros oleosos tan caracterísiticos de la época. Lo curioso es que es el hermano el que lleva la característica chupa roja del videoclip de Thriller, y no Michael.

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lunes, 3 de diciembre de 2012

libro del mes (noviembre): “glamorama”, bret easton ellis

Comenzamos nueva sección en NDK… no es que sea la sección más original del mundo, de hecho, no solo es una mierda repetida hasta la saciedad, sino que además es una copia del blog de Kiko Amat. Como quiera que a Kiko Amat ya le he hecho mucha promoción en este blog y que he comprado religiosamente todas sus novelas (hasta la última y recién adquirida “Eres El Mejor, Cienfuegos”, candidata a Libro Del Mes – Diciembre 2012), me permito el lujo de plagiarle la idea, que sin duda habrá copiado él también, no nos engañemos. Así que vamos allá.

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sábado, 1 de diciembre de 2012

33 (y un recuerdo a madagascar)

Esta noche tendría que estar en una fiesta. Sería una de esas fiestas multitudinarias, con un montón de amigos, conocidos, e incluso, algún que otro saludado. Todos ellos, y ellas, estarían con sus mejores galas en una sala a media luz, con sus copas en la mano, charlando animadamente, en corrillos, mientras hay buena música sonando de fondo en el equipo. Los enanos portando bandejas con rayas estarían preparándose. En breve, la pista se llenará. Hay mujeres bonitas y tipos elegantes, el humo flota, perfumes, risas, sudor y alcohol. La música se anima, las chicas, siempre ellas primero, se animan a bailar. Los asistentes se lo están pasando tan bien que por momentos, olvidan la incógnita de la ausencia del homenajeado.

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viernes, 9 de noviembre de 2012

australian chronicles (iv)

Sé lo que estáis pensando: “este tío ya va por su cuarta entrada referente a Australia y todavía no nos ha explicado lo que queremos saber: si el desagüe del wáter gira en el mismo sentido que en España”. Lo cuál demuestra el arraigue que Los Simpson ha tenido en la culturilla popular hispánica. Reconozco que fue una de las cosas que miré la primera vez que viajé a Australia, hará ahora unos tres años. Allí me teníais, en un hotel de Melbourne, tirando de la cadena y estudiando la taza del inodoro. ¿La conclusión? Os la explico en alguna de las próximas entradas, lo prometo.

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viernes, 2 de noviembre de 2012

Pic-Nic

La otra tarde anduve curioseando por la sección de discos de FNAC. Lo sé, ahora algunos me dirán que en FNAC hay mucha morralla, que se jactan de precios bajos cuando no lo son, que revientan a la tienda modesta, que lo que se necesita es dar apoyo a la pequeña tienda de discos, etc… y sí, seguramente tienen razón. Pero quieren saber por qué comencé a aficionarme a ir a FNAC? Pues porque tienen los discos ordenaditos, alfabéticamente, con una división estilística discutible, a veces, pero que, en definitiva, suele ser fácil encontrar lo que uno busca. Si es que lo tienen.

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lunes, 29 de octubre de 2012

Huey & The New Yorkers

Esto de escuchar en streaming un disco que todavía ni siquiera se ha publicado, no deja de ser algo que me cuesta de asimilar. Ahí demuestro que soy un tío chapado a la antigua. Cuando yo tenía unos trece o catorce años, tenía un amigo con el que íbamos a mirar, y ocasionalmente (muy ocasionalmente, en tanto la economía lo permitiera, que era casi nunca) a comprar música en CD. Entonces no nos referíamos a ello por el acrónimo, y todavía usábamos esa palabra que ha quedado tan en desuso para referirse al formato, el “compact”. Nosotros íbamos a comprar un disco en “compact”. En fin, el caso es que mi amigo tenía (tiene) un hermano que sería como cinco o seis años mayor que nosotros. Mi amigo compraba música en CD, y la escuchaba en el único reproductor de CD que tenía en esa casa, el del ordenador. Su hermano, sin embargo, se resistía a comprar música en CD, y continuaba con el formato que había usado siempre, el cassette. Esa obstinación me sorprendía. Tenía su colección de cassettes originales, perfectamente colocada y ordenada, y no quería pasarse al CD. Está claro que si yo tuviera un hermano menor, me miraría raro, acumulando todos esos CDs. 


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sábado, 27 de octubre de 2012

Spasić

¿Alguien recuerda a Pedrag Spasić? Fue un jugador de fútbol de una época en la que el fútbol no estaba plagado de mamarrachos preocupados por lucir looks arrebatadores y rodar anuncios de ropa. Tampoco tenían clausulas de rescisión de contratos que superaban presupuestos de países. O tal vez sí. Es fácil escudarse en los tópicos que pueblan el fútbol profesional actual: niñatos malcriados, tatuados y depilados con cortes de pelo imposibles y vestidos de fantoches que, para colmo, cobran barbaridades. Sería incierto, sin embargo, no reconocer que eso no es una situación tan reciente como pudiera parecer, y probablemente lo mismo que los seguidores veteranos critican de los jugadores actuales, sus predecesores criticaban las formas y actitudes del constantemente citado George Best, del mismísimo Johan Cruyff o del nostrat Carles Reixach, que las mataba callando.

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miércoles, 24 de octubre de 2012

Berlin

En la anterior entrada os hablaba de “Transformer”, el disco que volvió a poner a Lou Reed en el mapa, y que contenía alguno de sus temas más celebérrimos. Su disco posterior, “Berlin” (1973), sin embargo, cambia completamente las tornas, y resulta una suerte de otra cara de la moneda. 

Si “Transformer” era una noche (o dos) de juerga, de alcohol y otras sustancias, de un poco de sexo guarro con desconocidos, de perder la cartera en mitad de la fiesta, de viajes continuos a los baños, de charlas hasta el alba con quienes en esas horas consideras tus hermanos de sangre, de rimmel corrido y llamadas etílicas a ex-novias, “Berlin” es una gran resaca del día siguiente. Es esa mañana en la que despiertas abatido, con la cabeza a punto de estallar, con esa tristeza que te invade porque sí, porque todo es una mierda y tienes ganas de vomitar, y en realidad quieres llorar pero te da vergüenza, y te estiras en el sofá rezando a quien puedas porque el jodido ibuprofeno haga efecto pronto.


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lunes, 22 de octubre de 2012

Transformer

Siempre se ha acusado a David Bowie de ser un copión. De ser un aprovechado de ideas ajenas para apropiarse de ellas, venderlas como propias, y ya de paso, hacer unos cuartos. Algo de eso es verdad, cierto. Y sin embargo, hay que sacar a la palestra que también hubo ocasiones en las que ayudó de una manera crucial como para re-encauzar las carreras de los que consideraba sus ídolos o incluso mentores. Uno de estos casos es la ya celebérrima asociación de David Bowie con Iggy Pop. Resumiendo la historia, Bowie admiraba al Iggy de los Stooges, que ahora todo el mundo asumimos como piedra angular del rock n’ roll, pero no lo olvidemos, en su momento, no vendieron un carajo, y entre 1972 y 1976 la carrera de Iggy estaba acabada, su disco junto con James Williamson ni siquiera se llegó a publicar, y el mismo Iggy había entrado en una peligrosa espiral de drogas y problemas mentales. Seguramente, sin la ayuda de su amigo Bowie, empeñado en que publicara un disco en solitario, Iggy no habría sacado adelante su carrera. Sí, ahora el lector avispado me dirá que Bowie aprovechó ese disco de Iggy para experimentar sonoridades que luego desarrollaría en sus propios trabajos. Sea como sea, y yo no pienso que de eso se trate, pero aunque así fuera, si hoy tenemos discos de Iggy Pop, probablemente sea en gran parte gracias a David Bowie.


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sábado, 20 de octubre de 2012

Gafas

Leía con estupor no hace mucho una chorrada en forma de noticia, en la que se hablaba de que los mánagers de ciertos jugadores de la NBA recomendaban a sus representados que lucieran gafas, aunque fueran no graduadas, fuera de las canchas. Preferentemente de pasta negra. Esto último no lo venía en la noticia, me lo saco de la manga. Como fuere, la finalidad de tal consejo estético estaba en proyectar una imagen de inteligencia y erudición, lo cuál, en unos tipos enormes que pesan más de cien kilos, lo que en la edad media se hubiera llamado sin ningún género de dudas “gigante”, parece ser necesario. Cosas de los cuentos infantiles y de la Disney como gran perversora de mentes y perpetuadora de estereotipos y mentalidades. Un gigantón era un ser burdo, tontuelo, con mala leche pero sin la capacidad mental como para ser malvado. Un enano podía ser listo y taimado, pero ¿un gigante? No, ellos eran bobos. ¿Y qué hay mejor que unas buenas gafas para poder paliar esa imagen de tonto? Todo el mundo sabe que los tipos que llevan gafas son listos. Pueden ser torpes, bobalicones, obsesivo-compulsivos, desequilibrados emocionales… pero amigo, llevan gafas… seguro que son capaces de resolver integrales diferenciales mientras plantan un pino en el lavabo.

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martes, 16 de octubre de 2012

Cambiamos de casa...

... a partir de ahora nos encontraréis en www.notasdekar.com ... tal cual, volviendo con nuevas energías! estáis tod@s invitad@s!!!

Gracias

Kar

martes, 7 de agosto de 2012

Viaje a Qatar


(texto de hace un mes)

A día de hoy es hablar de Qatar y rápidamente relacionarlo con el Barça y el patrocinio que este estado, bajo el subterfugio de una fundación, hace al equipo de fútbol del club. Tras todas las polémicas generadas al respecto de que un estado totalitario y no democrático patrocine al equipo, cosa que personalmente no me gusta, el presidente del FCB, Sandro Rosell, declaraba algo así como que realmente hay que conocer el país, hay que viajar allí y palpar su realidad antes de hablar. Y en eso le tengo que dar toda la razón.

Pues bien, he pasado seis días en Qatar, cosas de trabajo, y cuanto menos, es un país curioso. Comenzaré hablando del tópico del calor. Que sí, que es algo de una evidencia que abruma, pero queridos, hay que vivirlo… Qatar en Julio, con esas temperaturas que se mueven entre los 33ºC de mínima y los 46ºC, con una humedad que puede llegar al 60%, no en vano es un país costero, aunque desértico. Sin duda esta situación climática condiciona la vida, aún en una época moderna como la nuestra. Afortunadamente, me atrevería a decir, anochece francamente temprano, a las siete de la tarde ya es negra noche, y aunque el calor puede estar en unos 35ºC, por lo menos el sol no quema.

Así, obviamente, no se hace vida en la calle, por lo menos no diurna. Todo el mundo intenta no estar a la intemperie, y todos los edificios tienen aire acondicionado. De hecho, unos aires acondicionados brutales, de locura, yo he vivido estancias a 21ºC, 20ºC o incluso 19ºC, cuando en la calle hace más del doble. Ahora imaginad, estáis en una estancia, a esas temperaturas, y cruzáis la puerta de la calle, y de repente tenéis el doble de temperatura, y las gafas de sol (accesorio completamente imprescindible) se empañan de golpe como si hubiéramos entrado en una sauna húmeda. En los coches, en los hoteles, en las oficinas, siempre a esa locura de aire acondicionado. Estoy en un hotel con termostato centralizado, sólo puedo regular si quiero más potencia de aire o menos, pero no la temperatura, y os prometo que a día 4 de Julio, duermo tapado.

Otro de los tópicos al hablar de Qatar es el dinero. Y no por tópico se tiene que obviar, pues es una clara muestra de la realidad del país. En Qatar, gracias a sus recursos energéticos, hay muchísimo dinero. Mucho. Pero mucho, eh? Quiero decir, Dubai, por ejemplo, es muy conocido, se ha vendido muy bien, pero en realidad, no hay ni la mitad del potencial económico de un Qatar que era un completo desconocido hace dos o tres lustros. En Qatar no hay  apenas turismo, y la gente que viene aquí está de paso, al ser un hub de Qatar Airways, o está, en su inmensa mayoría, trabajando.

El look favorito de la mujer qatarí (y un homenaje a mi infancia con la Master System II de SEGA)

Pero lo más interesante para mi gusto es la condición de país con una curiosa concepción de la multiculturalidad. El estado de Qatar tiene 1,4 millones de habitantes. De todos ellos, sólo unos 300000 son ciudadanos qataríes. El resto son inmigrantes y expatriados. Con lo cuál, tenemos un estado en el que todo el mundo necesita comunicarse en inglés, el esperanto moderno, porque pese a haber una masa árabe-parlante, en forma de qataríes y también del grueso de expatriados de Egipto, Jordania, Siria o Palestina, también hay una alta población originaria de India, Sri Lanka, Filipinas, Malasia, Indonesia, y por supuesto, un grupo de expatriados de países occidentales, que, si bien su peso en el conjunto de la población no es muy significativo en número, sí lo es en cuanto a su posición social. Porque queridos, esto es Qatar, y la sociedad está plenamente estratificada. Volviendo al tema idiomático, el inglés se convierte en una lengua vehicular, de manera que todo, por ejemplo, está escrito en inglés y también en árabe. Resulta, sin embargo, una versión muy particular del inglés, chapurreado, maltratado, lleno de influencias de múltiples idiomas, muy lejano del purismo de la BBC o del argot de la MTV. Si el inglés sobrevive de aquí a unas décadas, probablemente sonará a algo parecido a esto.

En cualquiera de los casos, Qatar dista mucho de ser un crisol de culturas donde las gentes de distintas procedencias viven hermanadas. Qatar tiene ciudadanos de primera, de segunda y chusma. Los ciudadanos de primera son, obviamente, los qataríes. Para ser qatarí, hay que serlo de nacimiento e hijo de varias generaciones de qataríes. Son los que mueven las instituciones y, en general, el dinero. A la zaga del respeto social estarían los occidentales, europeos o americanos. En realidad no son especialmente apreciados en el país, pero al aportar sobretodo especialización técnica, lo que genera más dinero, resultan un mal necesario, y por lo tanto, cuentan con una visión entre indulgente y respetuosa por parte del ciudadano de Qatar. En un escalafón relativamente medio se encontrarían los oriundos de países árabes, jordanos, sirios, y demás. Claramente, son inferiores, pero por lo menos son musulmanes, y eso, quieras que no, da puntos. Y al final, nos encontramos con el resto, principalmente, inmigrantes asiáticos, indios y filipinos en su amplia mayoría. Los indios se especializan en puestos técnicos,  ingenieros,  informáticos, por ejemplo. Los filipinos se centran principalmente en servicios y hostelería.

Las condiciones para trabajar en Qatar son duras. Se requiere de lo que llaman un “sponsor”, esto es, un ciudadano qatarí o empresa regentada por un qatarí que avale la presencia y el trabajo de ese filipino, indio o lo que sea. Hecho esto, el inmigrante necesita el permiso de su sponsor para dejar el país, ya sea en vacaciones, o si decide volver a su tierra de origen, o emigrar a otro lugar. Incluso necesita el permiso de su “sponsor” si quiere cambiar de trabajo. En ese caso, la segunda empresa pasaría a ser el “sponsor” si es que se pone de acuerdo con la primera. Todo ello, como el lector avispado habrá podido averiguar, puede generar tensas situaciones de abuso. En este caso, se juega a la lotería. Un “sponsor” que sea algo cabrón puede amargar la vida a un trabajador extranjero que, de alguna manera, se encuentra en un régimen de semi-esclavitud. He escuchado algunas historias duras al respecto, estos días.

Sin embargo, así mismo, Qatar es una tierra de oportunidades, hay una gran cola en India o Filipinas, por poner dos ejemplos, de personas que optan a trabajar allí. Los salarios son francamente superiores que en esos dos países y las cargas impositivas son definitivamente muy bajas. Hablando en plata, el trabajador puede estar unos años y ahorrar.

Así pues, ¿en qué quedamos? ¿Tierra de oportunidades o sociedad clasista que abusa del obrero emigrante? Probablemente ambas versiones sean válidas, y a menudo depende de la suerte que se tenga al encontrar “sponsor”.

Lo que sí está claro, y en eso el amigo Sandro Rosell no decía toda la verdad, es que Qatar no es una sociedad libre y democrática. El pueblo no elige a sus gobernantes, por poner un ejemplo. Claro que, con los tiempos que corren, en esta Europa tan resabiada nos queda la duda de si esta libertad es real o sólo en el papel, y aquí la fuerza no la tiene el Emir pero sí los poderes económicos establecidos. Y en cuanto a la elección del gobernante, hay un país llamado Italia que un buen día despertó con un nuevo presidente elegido a dedo. Lo que sí es la sociedad Qatarí, es racista y clasista. Otra cosa es si esta concepción de la sociedad resulta una idea establecida en las personas o un régimen social legalizado.

Por lo demás, el emirato lo gobierna una familia desde su independencia como protectorado británico, hace tan sólo 40 años, los Al-Thani. En 1995, Hammad Bin Khalifa Al-Thani le quitó el puesto de Emir a su padre, en un ejercicio propio de un Falcon Crest del Golfo Pérsico. Lo más cachondo es que el chaval se hizo con el poder mientras su viejales estaba de vacaciones en Suiza. Todo un show familiar. Y desde entonces, venga a amasar dinero. Por si alguien se lo piensa, un sueldo medio para un europeo, profesional especializado, que trabaje en este lugar es de unos 30000 riales qataríes al mes, limpios, lo que en euros suma la bonita cantidad de unos 6500 lereles… por si alguien se lo piensa…

Canciones:

Oasis: "Go Let It Out"
The Beach Boys: "You're So Good To Me"
The Smiths: "What Difference Does It Make"


jueves, 2 de agosto de 2012

Iggy (y 3)

Cierro mi particular trilogía sobre Iggy Pop y sus últimas historias recordando que la pasión de nuestro hombre por los standards jazzys y la música más tranquila no es algo que le venga de nuevo. De hecho, existen varias grabaciones en concierto de Iggy cantando el clasicazo "One For My Baby", que popularizara en su día Frank Sinatra. La primera vez que tuve constancia de esta versión (inusual, pensaba yo) fue cuando cayó en mis manos el disco "Nuggets", donde se recogen una serie de piezas registradas en diferentes conciertos de la iguana entre los 70's y primeros 80's. Ahí se encontraba una versión de este tema, con un sonido francamente infame, y que yo sepa, es la única grabación oficial u oficiosa que existe. En general, "Nuggets" tiene algunas canciones interesantes entre sus dos discos, pero ese sonido tan horroroso hace que nunca encuentre el momento para escucharlo. Ok, la música de Iggy Pop no requiere de una producción perfecta ni de una grabación minuciosa. Pero es que ese disco suena como el peor de los piratas, como si la banda estuviera tocando en el lavabo de tu casa, como si la grabación se hubiera hecho en el concierto con un teléfono móvil. Eso sí, me encanta su portada.

Me encanta esta portada!
De todas formas, en Youtube (quien necesita Spotify?) se encuentran algunas grabaciones de ese tema. Y de regalo, como sé que sois unos vagos y no os habéis parado a buscar ningún tema de "Préliminaires" o de "Après" a pesar de que os cantara sus excelencias en la entrada anterior, os dejo un par de píldoras, y ya me diréis...




domingo, 29 de julio de 2012

Iggy Afrancesado


Hace unas semanas, justo antes de este último parón, hablábamos de Iggy Pop y su carrera de los últimos años. En aquella ocasión era con motivo de su concierto con los Stooges en el festival Cruïlla de Barcelona. Sin embargo, no es a su vertiente Stooge a la que quisiera dedicar estas líneas, sino a sus dos últimos discos en estudio.

Skull Ring”, de 2003, fue el último disco de rock que ha grabado Iggy Pop. Después vino ese tremendamente decepcionante disco con los Stooges (“The Weirdness”, 2007), para acabar grabando en 2009 la que sería su siguiente entrega en solitario, un extraño trabajo que tituló “Préliminaires”. El hecho de titularlo en francés no es casual. “Préliminaires” responde a una querencia por la cultura francesa, tanto en lo musical, tirando hacia la chanson de los 60's y 70's, como por la literatura, encarnada en el gran Michel Houellebecq. Para quien no sepa quién es Houellebecq, se trata de un escritor y poeta contemporáneo del país vecino, que comenzó a publicar a principios de los 90's. Podéis leer más sobre él haciendo clic aquí. De hecho, es la novela “La posibilidad de una isla” la que inspira a Iggy para la creación de este larga duración.

Si bien la combinación de un personaje tan hosco, ácido y nihilista como Houellebecq con Iggy Pop ya resulta francamente interesante de por sí, el cambio de registro que muestra el Michigan completa un conjunto que como mínimo, invita a darle un tiento. Porque en “Préliminaires” no hay rastro del hard-rock-punk que lleva practicando Iggy Pop desde finales de los 80's. Si bien es cierto que Iggy había jugueteado con la New Wave o que su etapa como aliado de Bowie se alejaba bastante de los parámetros, digamos, clásicos de Detroit, probablemente es su imagen de directo la que asocia a Iggy Pop con guitarras atronadoras y bajos punzantes.
La portada está muy bien escogida...
Pues no señores. En “Préliminaires” hay jazz, hay aires de canción francesa, hay temas cabareteros, algún tema acústico tímidamente rock, influencias de las bandas sonoras de películas, pop... pero nada de rock de guitarras. Y hay que reconocer que se maneja bastante bien en estos parámetros. No es la primera vez que Iggy Pop se acerca a estas sonoridades, recordemos aquella oscura maravilla llamada “Avenue B” (1999) que casi todo el mundo parece haber olvidado. Pues bien, parece como si Iggy retomara el camino que dejó incompleto en “Avenue B”.

Se atreve a cantar en francés dos temas, hace una versión del clásico “Insensatez” de Stan Getz y que me aspen si “King Of The Dogs” no es una canción por la que hubiera matado Tom Waits, y que a la postre, resulta ser uno de los cortes memorables del disco. En fin, ignoro si fue un órdago hacia su compañía discográfica, una muestra de personalidad o un pulso que no se atrevió a completar en 1999 (“Avenue B” contenía también 2 o 3 temas más rockeros que desentonaban con la línea del disco en general), y supongo que a su compañía no le hizo ni puñetera gracia. Y lo entiendo, para el gran público que espera discos de un Iggy Pop rodeado de guitarras bien altas, “Préliminaires” es una suerte de suicidio comercial. Lo cuál, para mi gusto, le suma atractivo al conjunto.

Hecho un pincel...
Algo de eso habría, cuando este mismo año publicó con una compañía independiente la que sería la continuación de “Préliminaires”, “Après” (2012). Efectivamente, este disco ya no se graba bajo la tutela de Virgin-EMI, sino que se monta un juanpalomo que le lleva incluso a una particular línea de distribución, a través de la web francesa de venta de moda outlet Vente Privée... sí, el idilio de Iggy Pop con Francia es total. Segundo trabajo con título en francés, en esta ocasión se trata de un pequeño divertimento, a base de grabar 10 versiones, una vez más, muy alejadas del rock. La columna vertebral del disco se nutre de clásicos de la música gavacha, en esa lengua, con Gainsbourg, Brassens y Edith Piaf entre otros. La producción, además, en esta ocasión sí que bebe de la chanson, las acústicas y los arreglos elegantes predominan. Incluye algunos temas en inglés, como el clasicazo de Nilsson “Everybody's Talkin'”, y se atreve con una versión de The Beatles, cómo no, “Michelle”. Como suele ocurrir en esta clase de discos de versiones, el resultado es irregular, y aunque tiene algunos momentos muy buenos, en otros, ese registro tan grave y esa forma tan engolada de cantar de Iggy no acaba de encajar en la canción.

Así que éste es el Iggy Pop de 2012... un tipo que se sube a un escenario a cantar temas punk y hard rockeros de hace 40 años, sin camiseta y dejándose el pellejo, mientras que luego, aprovecha sus pausas entre giras para grabar discos de jazz y canción francesa. No negaré que a priori parece como si alguna de las dos posturas fuera un poco impostada. Como si lo que a Iggy le viene de gusto es grabar discos como “Après” pero sabe que la financiación la puede obtener fácilmente de desgranar material Stooge sobre las tablas. Pero como dije en el anterior post, yo no vi a un tipo luciendo una pose en el concierto del mes pasado, sino a una persona que se creía lo que hacía, que lo disfrutaba y que lo daba todo. Y qué os puedo decir, me encanta esa dicotomía, que yo mismo también tengo. Hay días que necesito escuchar “Après” y otros en los que me tiro de cabeza a por “Fun House”.

Sólo me queda, pues, una duda. ¿Hacia dónde tirará la carrera de Iggy Pop? ¿Volverá a grabar rock n' roll? ¿Se atreverá a realizar una gira presentando su material más, digamos, tranquilo? No me digáis que no tendría su interés, un concierto de Iggy en su vertiente sosegada, desgranando “Préliminaires”, “Après” y “Avenue B”, pero también cantando, por ejemplo, “China Girl”, “Dum Dum Boys”, “Nightclubbing”, “Tell Me Stories” o “Without You”...

Canciones:

Iggy Pop: “Et Si Tu N'Existais Pas”
Iggy Pop: “King Of The Dogs”
Iggy Pop: “Les Feuilles Mortes”





lunes, 9 de julio de 2012

Iggy & The Stooges, Barcelona, 6/07/12


Quisiera comenzar estas líneas con un dato: James Newell Osterberg, más conocido como Iggy Pop, es un señor que tiene 65 años. No es una consideración baladí, y además, creo que da un cierto sentido a la reflexión que quería hacer, tras haber presenciado el concierto que Iggy & The Stooges dieron en Barcelona el pasado viernes, en el marco del Festival Cruïlla.

Iggy Pop no gira en solitario, presentando su material propio, desde 2001. En 2003 publicó aquél “Skull Ring” en el que grabó un par de temas junto con los hermanos Asheton, y se anunció la gira de reunión con The Stooges, con quienes llegó a grabar un flojísimo disco, “The Weirdness” en 2007. En definitiva, Iggy lleva toda una década girando con un repertorio que tiene más de 40 años, y mientras tanto, ha publicado dos discos en ese período, en solitario, que no pueden estar más alejados de las sonoridades Stooge, me refiero a “Préliminaires” (2009) y un divertimento en forma de versiones que tituló “Après” (2012). Y hablaré de estos dos discos más adelante, pero si me permiten un apunte, quisiera subrayar el hecho de que en sus últimas grabaciones Iggy Pop explora una faceta más cercana al jazz, al vodevil y a la canción francesa clásica.

De modo que no dejo de preguntarme el por qué de esta dicotomía. Por un lado, el Iggy más duro, más rockero, más típico también, apostando por el valor seguro que suponen unos discos, los tres con los Stooges, que han entrado como miembros de pleno derecho en el olimpo del rock n' roll. Por otro lado, un Iggy sosegado pero arriesgando mucho, con discos que le harían perder muchísimos seguidores, de no ser por esa redención que practica en los escenarios desgranando su material pretérito.
Iggy se sentía solo...
Si me pongo en plan malpensado, podría llegar a la conclusión de que lo que de verdad le pide el cuerpo a Mr. Osterberg es grabar canciones jazzys. Pero, consciente como es del peso que su figura tiene en la iconografía rockera y en la industria en general, sabe que seguir girando repescando esas canciones de toda la vida, machacándose en un escenario, le inyecta unos dividendos y una tranquilidad económica como para poder afrontar proyectos probablemente deficitarios como sus dos últimos discos. Hablando en plata, hacer el cafre sobre las tablas mientras toca temas de 1969 es su trabajo mientras que imitar a Gainsbourg o a Brel es su hobby.

Argumentos acerca de esto último los podemos encontrar en varios puntos sorprendentes de la última década. Hacer una gira con The Stooges resultaba entrañable. Hacer varias durante 6 años es exprimir demasiado el limón. Grabar un disco “nuevo” con The Stooges después de 40 años es una jugada cutre, e innecesaria, Iggy llevaba una carrera en solitario fantástica. No es como el nuevo disco que grabaron los Who o incluso los New York Dolls, quienes habían tenido carreras en solitario discretísimas. Y como pirueta final, el repescar a James Williamson tras la muerte de Ron Asheton ya no sé cómo calificarlo, si de movimiento lógico o de acto ruin.

Y sin embargo, lo que presencié el viernes pasado en Barcelona me desmonta los argumentos. Yo vi a un Iggy Pop dándolo todo, destrozando su físico (no olvidemos sus 65 años), cumpliendo con esos trucos arriesgados para su integridad como hacer subir al público o bajar al foso. Por más ganas de grabar discos, digamos, diferentes que tenga, Iggy Pop no tiene la necesidad de cumplir con estos rituales. No está arruinado ni depende de estos circos. Así que me da que pensar que en realidad disfruta de estas experiencias en sus conciertos. Que probablemente ahora mismo no le apetece grabar otro disco de rock, pero que sigue amando el rock n' roll y entregarse en sus conciertos.
Iggy Pop +  Instagram
El viernes pasado hicieron un concierto en un marco muy extraño, como es un festival extremadamente ecléctico, con una alarmante tendencia al perroflautismo, que se reflejaba en un sector del público. No importó. Se cascó casi todo el “Raw Power”, repescó un par de números del “Kill City”, recuperó también algún tema de la primera etapa Stooge (sin Williamson) y todavía le dió tiempo a hacer su clásica versión del “Louie, Louie”.

La actuación fue de más a menos, algo que se perdona tras el desgaste y por la edad. Pero amigos, los primeros 40 minutos de show fueron algo inenarrable. Energía, saber estar, un repertorio mágico y un público entregado, en el que se vivieron algunos pogos y momentos de de crowd surfing que hacía mucho que no veía. En un momento del concierto Iggy bajó y saltó la valla del foso para mezclarse con el público. Fruto de un lance, recibió un golpe que le hizo sangrar un poco el labio. Bueno, esa imagen de Iggy Pop, torso desnudo, bailando, cantando como él sabe y con el labio ensangrentado podría ser muy definitoria del show.

¿Y la banda? Bien. Muy solvente. Pero permítanme sinceridad: aburridos, anodinos y carentes de todo carisma. Salvaría a Mike Watt, en lo que a carisma se refiere. Pero James Williamson es un buen guitarrista, sin la menor presencia. Lo mismo se puede decir de Scott Asheton. Seamos claros, podría haber venido Iggy Pop con una banda formada por buenos mercenarios, por buenos músicos profesionales, y el resultado hubiera sido exactamente el mismo. Lo cuál me lleva a una última reflexión: ya va siendo hora de que Iggy Pop recupere su propia carrera en las giras. Quiero ver un concierto de Iggy Pop, no de The Stooges o de Iggy & The Stooges. Quiero a un Iggy que puede tocar con pleno derecho el material de hace 40 años, pero que también toque temas de “Lust For Life”, “The Idiot”, “New Values”, “American Caesar” o “Brick By Brick”. Sinceramente, creo que ya toca.

Canciones:

Iggy & The Stooges: “Penetration”
Iggy & The Stooges: “Open Up And Bleed”
Iggy & The Stooges: “I need somebody””




miércoles, 4 de julio de 2012

Hoteles (otra vez)


La vida en los hoteles resulta ser una suerte de dimensión paralela. Todo es lujo. Todo es limpieza. Tienes habitaciones más grandes que tu propio comedor y te irritas por nimiedades como si la wi-fi no funciona correctamente. Llegas por la tarde y el desorden de la noche anterior de cama completamente deshecha, lavabo semi inundado, ropa literalmente tirada por medio, libros, revistas, trastos, todo como si hubiera estallado una bomba en mi maleta, y todo ello, aparece en un perfecto estado de revista, listo para comenzar el proceso de desorden y dejadez. Porque sabes que alguien habrá, al día siguiente, que ordene tu mierda y recoja los calzoncillos sucios que has tirado en la esquina. Subes al gimnasio, ese espacio que suele estar casi siempre casi vacío, y tratas de quemar tu mala conciencia de comidas poco saludables.

Y luego están esos días, esos días en los que en realidad te sientes solo y cabreado con la humanidad, y simplemente te la trae al pairo las bellezas que ese lugar del mundo donde estás te puede ofrecer, y no sales del hotel. Bajas al restaurante. En el hotel estás aislado del mundo real. La luz es fría, la moqueta asquerosa, los tonos pastel en las paredes. Incluso el clima es artificial. El puto aire acondicionado de los hoteles, permanente, helador. El microclima. Ese hilo musical del hall, digno de servir como banda sonora para cualquier matanza indiscriminada. Versiones de Brian Adams con piano sintetizado. Brian Adams debió sentirse muy enfadado con la humanidad y creó su venganza a base de esas canciones que te asaltan donde menos te lo esperas, constantemente, tantos años después. Él, que había rockeado dignamente en “Reckless”, algo le tendría que pasar para que decidiera infringir tanto dolor a la población mundial.

Todo son reverencias y parabienes por parte de los empleados, que seguramente deben escupir en mi cepillo de dientes o en mi café. Todo es “sir” por aquí, y “mister” por allá, y “excuse me” y “have a good evening”. Sonrisas forzadas, tonos de voz pausados, acentos extraños. Y tratas de ser amable y de no comportarte como un pequeño burgués, como un nuevo rico, como un cachorro arrogante de la nobleza. Y en realidad, te sorprendes de que el dinero haga que las personas te profesen ese trato, cuando en casa, la cajera del súper apenas te masculla un saludo y cualquier mamarracho te tutea. Porque en realidad, recuerdas que todo esto es mentira.

Canciones:

The Stooges: "I need somebody"
Pearl Jam: "Why go?"
Amy Winehouse: "Fuck me pumps"

lunes, 2 de julio de 2012

Siete años de NDK


Si os fijáis en la parte superior de la columna derecha de este blog, sí, donde están los links, el archivo, los tags y otras memeces, aparece una frase que ahora me suena absolutamente lapidaria:

Aunque no lo parezca, Notas de Kar inició su andadura el 2 de julio de 2005.

En efecto, queridos lectores, hoy hace la friolera de siete años que comencé con este blog. El “aunque no lo parezca” tiene su explicación aquí. Los que no queráis seguir el link, os lo creéis, y ya. O no. Como queráis, en realidad, me da lo mismo.

Siete años… pocas cosas me han durado tanto. Francamente, muy pocas. Así que me permitiréis un poco de orgullo. Y eso que debo reconocer una tendencia a la inconstancia en lo que a frecuencia de publicación se refiere. A temporadas prolíficas le suceden otras etapas de silencio y peregrinaje por el desierto. Para ser sincero, estas primeras son cada vez más cortas. Sin ir más lejos, llevaba un mes con el blog en barbecho. Cosas que ocurren. Podría hacer acto público de constricción y decir que de ahora en adelante habrá actualizaciones, si no diarias, con una frecuencia digna. Pero para no mentir, simplemente diré “Stay Tuned for more NDK”.

Hace siete años yo tenía 25. Acojona, eh? Dicho así, pensando en cómo eras y en cómo has cambiado en estos siete años que han pasado como un chasquido de tus dedos. Piensa en ello. Trata de verte ese 2 de Julio de 2005. ¿No te entra el vértigo? A mí, sí. Lo he dicho muchas veces, aunque en estas líneas no relate mis hazañas diarias, no deja de ser una ventana abierta, no cuesta mucho ver entre ellas un relato vital. Por si a alguien le interesa.

En estos siete años han pasado muchas personas por aquí, a las que agradezco su lectura, pero mucho, muchísimo más, sus comentarios. Seamos sinceros, una persona que escribe un blog y lo hace público es porque quiere que le lean, y qué mejor prueba de lectura que los comentarios. Hace siete años, un blog era lo más novedoso. Luego llegaron Facebook (sí, hubo una época en la que había gente que colgaba en un blog sus fotos y sus comentarios sobre la barbacoa del domingo pasado) y más tarde Twitter, y ahora Tumblr, que parece ser lo más. ¿Qué puedo decir? Me sigue gustando el blog, y para mi gusto, es el formato perfecto. Está bien haber limpiado la bloggosfera de muchas chorradas, pero lo confesaré aquí y ahora. Temo el momento en el que los blogs caigan en la categoría en la que podemos encontrar ahora mismo a MySpace o a Hotmail Messenger.

El tiki - mascota de NDK
Cualquier día de estos debería comprar un dominio y transferir todo esto a una plataforma un poco más estable, y más propia, que Blogger. Especialmente después de saber la indigna jugarreta que le hicieron al amigo Aitor Fuckin’ Perry y su fantástico Megamelómanos. Me da un poco de miedo, no obstante, la migración, un error, y todo perdido, como ya me pasó una vez. Cualquier idea es bienvenida.

Así que no me queda más que despedirme, felicitándome por este cumpleaños, y prometiendo que frecuente, o no, prometo seguir dando guerra, seguir en la barricada. Y gracias a todos los que leéis o habéis leído, especialmente a los (permitidme) “viej@s del lugar”, me hace mucha ilusión leer comentarios vuestros todavía, después de tanto tiempo.

Hale, besos, abrazos y arrumacos varios. Siempre vuestro, Kar…

Canciones:

Mötley Crüe: "Home Sweet Home"
Pixies: "Gigantic"
Kyuss: "El Rodeo"

lunes, 11 de junio de 2012

The Afghan Whigs y las pataletas


Los Afghan Whigs pertenecen a esa clase de bandas que situaba en mi Olimpo particular, especialmente porque llevaban doce años en barbecho y estaba convencido de que nunca iba a verles sobre las tablas. Es de esos grupos que uno consideraba que pertenecían al pasado, y éste no iba a volver. En los últimos años me he llevado, sin embargo, muchas sorpresas sobre este particular. Si me lo hubieran preguntado hace tres lustros, jamás hubiera creído que presenciaría conciertos de Kiss con maquillaje, de Iggy & The Stooges, de Redd Kross, de The Police o de los que nos ocupan, The Afghan Whigs.

Conocí a los Afghan Whigs en mi época más fanática de Popular 1, cuando lo que leía en esa revista resultaba ser poco menos que las Sagradas Escrituras. Eran una banda, además, de la que casi sólo se hablaba en esas páginas. Eran un grupo fetiche para la publicación. Por aquél entonces sacaron su último disco al mercado, y lo recuerdo como si fuera ayer, volver de la tienda aquella tarde con dos CD’s en la bolsita, “1965” de los Whigs y “100% Colombian” de los Fun Lovin’ Criminals.

Pero los Afghan Whigs eran diferentes. Los Criminals habían tenido un hit clarísimo que había pegado fuerte en las listas, y tenían su popularidad, que aumentaría con ese portento de disco que es “100% Colombian”. Los Afghan Whigs eran una suerte de desconocidos, por lo menos a nivel popular, por lo menos en la Celtiberia. Durante un tiempo se anunció una fecha de concierto, sería por mayo de 1999, en la desaparecida Sala Garatge. Sí, os juro que recuerdo haber visto eso, en aquellos folletos con listas de conciertos que se repartían en algunas tiendas de discos. Por supuesto, esa actuación nunca se llevaría a cabo, y muy poco después, Afghan Whigs confirmarían su separación.


El concierto de Barcelona entero

Y aunque ya tenía “Black Love”, muy pronto “1965” se convirtió en mi disco favorito de los Whigs. Tenía guitarras, tenía soul, tenía momentos festivos, tenía esa intensidad que si uno no se mete a fondo en la canción, puede parecer casi impostada y algo ridícula. Más tarde escuché “Gentlemen”, pero siempre estuvo en un estrato, para mi gusto, inferior a “1966” y a “Black Love”.

Y bien, tantos años más tarde, sin, desde luego, esperármelo, resulta que Greg Dulli reúne a la banda y por si fuera poco, anuncian fecha en el marco del Primavera Sound. Evidentemente no iba a dejar escapar esa ocasión, si bien lo he reiterado varias veces: no me gustan los festivales. Pero es lo que hay, cosas del rock n’ roll de hoy en día.

Y ya lo sabía, que iban a tocar una hora justa. Aún así, cuando Dulli dio por finalizado el show, escenifiqué lo que se conoce por “quedarse con cara de tonto”. Por supuesto que había disfrutado de muchos momentos del concierto. La banda estaba muy sólida, y Greg Dulli ejercía con maestría de estrella de la función. ¿Qué falló? ¿El repertorio? En parte sí, a verdaderas joyas se le sumaban temas que yo considero claramente prescindibles. Y luego mi ansiedad… esto se acaba y no han tocado aún “Faded”… ni “John The Baptist”… ni “Something Hot”…

Y cuando acabó, tras mi momento de quedarme estupefacto, la siguiente reacción fue de cabreo. No era culpa de los Afghan Whigs. Tampoco era culpa del festival, en ningún caso dejaron de cumplir lo establecido, un hora y listos. ¿El repertorio? Cada uno elegiría el suyo. Fue una actitud algo infantil, de un niño que se enfada porque las cosas no son como él quiere que sean. Pero fue así.

Al día siguiente, por la tarde, me puse a recordar el concierto. Y revisé las imágenes que están colgadas en Youtube (si buscáis, podéis ver el concierto entero en calidad profesional). Y bueno, me alegré de haber estado allí. Me reconcilié con Greg Dulli y los suyos. ¿Podía haber sido mejor, más emotivo, más bonito? Yo creo firmemente que sí. Pero que me quiten lo bailao.

PD: Después me pasé a ver a Mudhoney un rato, y sorprendentemente, pues se trata de un grupo que apenas conozco, me dieron muy buenas sensaciones. Me recordó lo mucho que me gustaba el llamado “rock alternativo” de los 90’s. Y no me vengáis con eso de las “etiquetas” y blablablá… de algún modo hay que llamarlo. Me encantó vivir el momentazo “Touch Me, I’m Sick”

Canciones:

The Rentals: "Friends Of P"
The Black Crowes: "Welcome to the good times"
Jack White: "Sixteen Saltines"

jueves, 24 de mayo de 2012

Guilty Pleasures 3


Hoy me encuentro en Praga. Llevo toda la semana aquí, cosas de trabajo. Como estos europeos tienen esa costumbre tan cachonda de comer a las 12 una mierdecica, por la tarde tenía hambre. De acuerdo, los europeos suelen ponerse hasta el  ojete durante el desayuno, que ríete tú del clásico vasolechecongalletas hispánico, o el clásico laxante zumo de naranja más café. Pero esta mañana me he dormido cinco minutos más de la cuenta. O me he duchado cinco minutos más de la cuenta. O he tardado en ponerme el traje de luces cinco minutos. Es igual, sea como sea, se me ha hecho tarde, y no he desayunado.

Total, que esta tarde me he librado de todo compromiso social y he salido a dar una vuelta por la ciudad solo. Al pasar por la Plaza de Wenceslao (Václavské Námêstí) no me he aguantado la tentación de pararme en uno de los puestos callejeros de salchichas y comerme un clásico bocata de salchicha checa. Y por si acaso, no fuera a ser que hubiera adelgazado algún gramo, me he metido a cenar en un restaurantito no muy  lejos de mi hotel, una pizza y una jarra de cerveza.

Ahora, claro, me siento un poco mal. Soy un jodido pozo sin fondo. Y mi estómago me lo está recordando. Se está vengando de mis excesos con chorretones de ácido. Qué le voy a hacer, si me gusta la basura. Sí, por supuesto que disfruto de un magret de pato o de un rape a la plancha en su jugo, de los melocotones de calanda y del té verde. Pero también me gusta comerme frankfurts, hamburguesas, pizzas, shawarmas o pollo frito. Por no hablar de las patatas fritas en todas sus variantes, la coca-cola, la cerveza, el Dr. Pepper… aissss…

Será por todo ello que me he acordado de los Guilty Pleasures… hacía ya algunas semanas que no mostraba mis vergüenzas al mundo, así que vamos a ello, directos y a la yugular.

Y comenzaré con una canción que para más inri pertenece a ese maravilloso pop español que promocionan en las cadenas cuarenta de la vida. Cómo llegué a ella? Cosas del amor, amigos, no preguntéis. Y es que hoy iba a mencionar al jitazo de Nena Daconte “Tenía Tanto Que Darte”… si es que me estoy avergonzando conforme lo estoy escribiendo. Todo en esta muchacha es vergonzoso. Participó en un concurso de cantantes de la tele. Se enrolló con uno de los músicos de sesión que participaban en una gira donde cantaban todos estos artistazos, y formaron un dúo al que bautizaron con ese nombre… ESE nombre…

Pero una cosa os diré… la canción funciona! Y no sé si es ese ritmillo, el órgano, las palmas o el reprise final con los vientos, pero me recuerda ligeramente al glam inglés. Alguién dijo Marc Bolan? Tratad de abstraeros de la voz y de la pinta de pánfila que tiene la muchacha. Tratad de olvidar la absurda rima. Ahora? Todavía no?



Y el siguiente corte-Guilty Pleasure es uno de esos hits que se convirtieron en incontestables de principios del siglo. Me refiero al clásico de Outkast “Hey Ya”. Bueno, que me aspen si no suena a una mezcla entre Stax y el chiclepop más sesentero. Una estructura de rock clásico de cuatro acordes y una tonada bailable y pegajosa. En su momento, la pillé por la radio, hace años, yendo en un coche alquilado, por lo que sólo podía disponer de lo que las ondas me proporcionaran. Y desde luego me alucinó. En esa época teníais que ver a éste, vuestro juntaletras favorito dándolo todo en la pista del dancing, en un deplorable estado etílico, mientras sonaban estas negritudes.



Con el paso de los meses y al final de los años, acabé aborreciendo la canción. Me carga particularmente ese intermedio del “shake it – sha – sha – shake – it”, etc… pero sigo considerando que la estructura es de una simplicidad que atrapa. Yo haría una relectura del tema con una producción diferente, y a triunfar. No soy el único que piensa eso, mi admirado Greg Dulli se pasó una temporada haciendo una potentísima versión rockera de este “Hey Ya” cuando giraba con sus Twighlight Singers. Y podemos decir que Greg Dulli sabe algo de música, ¿no creéis?