martes, 30 de junio de 2009

Vinyl Recorder

Grabar una cinta? aquello sí que tenía molaba... por más que Nick Hornby le dedicara media novela, una práctica como aquella era genial. Desengañáos, realmente no servía para acabar cumpliendo el sano objetivo de la misma: aquella chica nunca llegaría a apreciar vuestro arte y la dedicación, y por supuesto no acabaríais compartiendo una sesión de sexo fortuito bajo el influjo de aquella mágica concatenación de canciones. La popularización de las grabadoras de CD acabaría con las viejas cintas TDK, de 60 o de 90. Señores, grabar una cinta de 90 significaba mucho interés por aquella señorita... ok, o que el tipo en cuestión era realmente un buen amigo.

Por supuesto, también estaba la posibilidad de hacer recopilaciones en forma de CD, que también tenían su aquél. Para emprezar, todo era más pro, y podías incluso crearte tu portadita, y hacer una cosa más elaborada. Pero, amigos, todo tiene un pero, el CD tiene esa posibilidad convertida en tentación, y es la de la selección de pista. La cinta tenías que escucharla secuencialmente, por lo que era muy importante cómo iniciarla para enganchar al oyente, cómo llevar a la persona que la escucharía a tu terreno sin perder su atención, cómo subir o bajar revoluciones sin estridencias y que en definitiva, tu creación sorara como un todo. En el CD, ese factor creativo puede estar, claro que sí, y sin embargo, para el oyente, en este mundo en el que las cosas las queremos ahora, ya, sin esperar, y si te descuidas, pulso la tecla y a la siguiente que me voy, pierde la gracia. Por no hablar de la función random, que es como coger una película y ver las escenas desordenadas. Y al final, con el tema del mp3, resulta que o bien te dicen que por qué grabar un CD de 15 pistas cuando puedes meter 150 archivos mp3, o ya directamente se considera el CD como un artilugio bastante inservible.

Este es el trasto en cuestión

Visto lo visto, no hay futuro para las compilaciones caseras? Pues sí que lo hay. Y la respuesta la he visto nada más y nada menos que en el supermodernísimo y cool de la muerte Festival Sònar de BCN. Entre su feria profesional había un stand de unos alemanes llamados Vinyl Recorder que vendían un artilugio para pasar de tus CD's y/o mp3 a vinilo. Sí, habéis leído bien, no es para grabar tus viejos vinilos a CD o mp3, sino al contrario. Por unos 4000€ te venden un trasto que pasa tus grabaciones a un fantástico vinilo, en formato 7", 10" o el majestuoso LP de 12". Se acabaron las enclenques cintas ni los fríos CD's. El vinilo es el formato definitivo. Acaso alguna fémina se resistiría a una bonita compilación grabado en un fantástico vinilo LP negro, reluciente, nuevecito y único? Si sigue existiendo el buen gusto en este mundo, desde luego que no. Estos alemanes, que están en todo, te ofrecen incluso las pegatinas circulares con orifico en el centro, para que etiquetes tus creaciones. De la carpeta externa no dicen nada, pero vamos, que eso es pecata minuta, en una copistería y con algo de gracia se pueden hacer maravillas. Desde luego, premio al invento del año. Por si a alguien le interesa, www.vinylrecorder.com es el sitio. Mi primo Günter os hará el 10% de descuento si demostráis ser lectores frecuentes de NDK. Disfrutadlo.

Canciones:

Imelda May: "Wild about my loving"
Guns N' Roses: "Breackdown"
Suede: "Animal Nitrate"




www.vinylrecorder.com

domingo, 28 de junio de 2009

Elegía para Michael Jackson

Michael Jackson is dead. Ayer tarde veía la noticia, en el aeropuerto. Lo cierto es que llevaba un rato mirando de reojo una pantalla que emitía Sky TV, sin volumen, diferentes vídeos de la etapa clásica de Jackson, y me ha pareció extraño a estas alturas, pero poco más. Sin embargo, al cabo de unos pocos minutos, me fijé en el titular y leí eso: Michael Jackson is dead. Rápidamente fuí donde los periódicos, y efectivamente, los periódicos británicos titulaban así en portada (los que se publican por la tarde, claro). Y puedo decir, con total sinceridad, que me ha sabido muy mal.

Michael Jackson era un freak. Y hacía 15 años que estaba completamente acabado, artísticamente. De otras facultades, ni lo sé, ni me importa. Seguramente ni siquiera su cacareada tanda de conciertos londinenses lograrían sacarle de su encasillamiento de excéntrica superestrella venida a menos. Pero diantre, era Michael Jackson. Un icono. La gran estrella de los 80’s, que veía de niño por la tele. Se ha muerto una parte de mi pasado. Probablemente por eso me sepa peor la muerte de Jackson que la de Lux Interior o Ron Asheton. Michael Jackson, sus canciones, su personaje, era algo que tenía grabado en el subconsciente.

Todos sus discos eran buenos discos. Por lo menos hasta 1991, casi podría decir que “Dangerous”, aún siendo el más moderno, es el que suena más desfasado. Aunque probablemente lo mejor de Jackson no eran sus discos, de hecho, su carrera en solitario la podríamos resumir en un buen recopilatorio de 20 canciones y sería suficiente. Pero qué 20 canciones!! Ahí sí que era insuperable, una máquina de fabricar singles como “Beat It”, “Man In The Mirror” o “Rock with you”, realmente perfectos. Y sin embargo, como iba diciendo, lo mejor de Michael Jackson no sólo eran sus canciones, sino su concepto de estrella. De mito. Todo el mundo conoce algo de Michael Jackson. Todo el mundo se ha llevado la mano a la entrepierna y ha gritado un hi-hi alguna vez. Todos reconoceríamos ese guante plateado o seríamos capaces de imitar, torpemente, el moonwalk.


Adios...

Era un freak, medio demente, tal vez demente entero, y probablemente un pederasta. Seguramente no mucho peor que los padres de esos críos que se enriquecieron a su costa. Ahora ha muerto, y las especulaciones carroñeras se dispararán mucho más de lo que jamás se hizo en vida, pero Jackson siempre fue pasto de ellas, sobretodo en su época más gloriosa. Cuando en los 80’s se supo que dormía en una cámara de oxígeno, se armó el gran revuelo. Cuando se reveló que Raúl González también lo hacía, no pasó nada. Qué importa si le dio al alpiste más de la cuenta, si su corazón simplemente se paró o si se ha ido a la isla de Elvis con Jim Morrison y Ziggy Stardust. Ah, no, que Ziggy Stardust no era de verdad. Y Michael Jackson, era de verdad? Por lo menos nos queda Luixi Toledo.

Y ahora llega el momento confesiones: por casa todavía debo tener el cassette original de “Dangerous”, que me trajo Papa Noel y escuché hasta la saciedad durante varios meses, hasta que Nirvana, Guns n’ Roses y Aerosmith metieron el rock en mi vida. Y por supuesto, durante casi todos los 90’s renegué de su música. Resultaba extraño encontrarme con “Ben” o “Billie Jean” en la radio… y saber, que no reconocer, que me gustaba. Con el tiempo, claro, me reconcilié con su música. Descanse en paz el hombre. Que viva el mito.

Canciones

Michael Jackson: "Beat it"
Michael Jackson: "Man in the mirror"
Michael Jackson: "Don't Stop 'til you've get enough"

sábado, 27 de junio de 2009

San Diego:Varios

Ya lo avisé. Por lo que parece, los tours americanos van a ser bastante frecuentes para el viejo Kar. Lo cuál no es malo. Tampoco tiene por qué ser necesariamente bueno. Lo que está claro es que los USA son siempre una buena fuente de anécdotas.

KAR Y MIS PROBLEMAS CON INMIGRACIÓN

Las aduanas de los aeropuertos americanos son siempre todo un mundo de emociones. Qué tocará en esta ocasión? Operario pasota que estampa sello y para dentro? O tal vez brutalidad policial con registro anal incluido? En esta ocasión, vuestro buen amigo Kar estuvo a un paso de ver denegado su acceso a los sacrosantos Estados Unidos de América por una gilipoyez burocrática que, se ponga como se ponga el mamonazo del mostrador, no era mi culpa. Pues resulta que como ya sabréis, para entrar en el país hay que rellenar la green card que te proporcionan en el avión. En la aduana, te sellan esta green card y te la grapan al pasaporte. Hasta aquí, todo correcto. El caso es que el domingo, aterrizo en Los Angeles y el tarado de inmigración ve que tengo todavía grapada la green card en mi pasaporte de mi último viaje allí, en abril del presente año. Me dice que no puede ser, que con eso así, ofialmente no he salido de los USA (¿?). Le digo que a mí qué me cuenta, que yo he pasado las fronteras como siempre, como las otras dos veces que he estado allí, y que si nadie me ha recogido la dichosa tarjetita, que yo no sé nada. Me dice, ya de mala leche, que no, que es mi responsabilidad (¿?!!) que al salir del país me cojan la tarjeta. Le digo que no lo entiendo, que yo salí del país y que enseñé mi pasaporte las 10000 veces que me lo pidieron, tanto en San Diego como en LA. Al final tuve que ponerle cara de penita, y pedirle perdón, que soy medio tontín y estas cosas modernas me se escapan. Y al puerco se le ablando el corazón, diciéndome que no vuelva a pasar y conminándome a mandar por correo postal la dichosa tarjeta de abril (¿??!!!!). Obviamente, a mi salida de USA, esta vez, nadie me pidió la green card de los huevos, pero ya me ocupé de recordárselo a la de las líneas aéreas (supuestos responsables de recogerla). No sin antes expresar mi rabia ante un pobre poli del aeropuerto, a quien pregunté al respecto. El pobre tipo me dijo que él no sabía nada, que no era de inmigración. Y allí estaba Kar The Complaint Man echándole la caballería, diciéndole que aquí nadie sabía nada, pero que luego todo eran problemas en la aduana, y tal. Kar, haciendo amigos en América.

KAR Y EL LUJO

Yo soy un tipo sencillo, poco acostumbrado al lujo y los ambientes refinados. Y claro, cuando estoy en uno de ellos, Kar el Paleto vuelve a hacer su aparición. Viajar en business realmente es flipante, no tiene ni punto de comparación con hacerlo en turista corriente y moliente. Pero claro, uno no está acostumbrado a eso. Cómo funciona este dichoso asiento? Me están ofreciendo una bebida, pero... me la van a cobrar? Al principio uno dice que no a todo, por si acaso. Y se dedica a mirar a su vecino de asiento, y a hacer lo mismo que él. Ah, claro, esto botón es para reclinar completamente. Ah, y mira, las bebidas son gratis. Pues eso. Algo parecido ocurre con las salas VIP de las aerolíneas, a las que se tiene acceso con un billete business. Siempre entro con la sensación de que voy a pasar el chequeo de la puerta y me van a echar a patadas. De verdad, por un segundo, esa estúpida sensación está siempre allí. Lo mismo que en el hotel. Mi jefe, que, ojito al dato, vive allí (Hotel Hyatt La Jolla, poca broma), me invita a desayunar con él en el comedor reservado para VIPs, planta 16. Todo tan limpito y ordenado que incluso da mal rollo dejar migas de madalena en la mesa... y una vez más, mi táctica es la de siempre, allá donde fueres haz lo que vieres, y lo mejor es espiar los movimientos de alguien y hacer lo propio. Aunque alguno seguro que piensa que ha ligado con ese tipo que no para de mirarle. En definitiva, tiene que molar ser rico.

KAR Y LA VIDA PUEDE SER A VECES MARAVILLOSA

Pues sí, porque después de tres días levantándome a las 6, trabajando todo el día y con un jet lag considerable, al tercer día un colega de la oficina me propuso acabar pronto y hacer algo, ya que era mi última noche en la ciudad. De modo que a las 15’30 me vino a buscar y nos fuimos a la playa. Es la ventaja que tiene comenzar a trabajar a las 7, cosa impensable en casa, cuando los teléfonos, e-mails, reuniones y movidas varias no cesan hasta como mínimo las siete y media. En cualquiera de los casos, son esta clase de pequeñas cosas las que hacen que un viaje de trabajo pueda tener alguna cosa buena. Estar disfrutando de una tarde en la playa de La Jolla, que para San Diego es como Castelldefels de Barcelona, vale un Potosí. La Jolla es una ciudad-pueblo muy bonito, con unas playas fantásticas y una calidad de vida muy alta. Nada, sólo 1500$ al mes te puede costar un alquiler. Que bien pensado, y tal como están las cosas por aquí, tampoco es tanto. O igual sí. Esa tarde el agua del Pacífico no estaba tan fría, por lo menos no tan fría como todo el mundo me decía. Y luego, cenar (bueno, para mí, a ingerir comida a las 18’30 se le llama “merienda” y no “cena”) en un pequeño bar junto al mar, un buen plato de mejillones cocinados a la parrilla y una cerveza helada. Y por un momento, sólo por un momento, me recordó que estábamos en verano y que todos deberíamos obligarnos, en la medida de nuestras posibilidades, a disfrutarlo. Que no nos daremos cuenta y el otoño ya habrá caído sobre nosotros.

Canciones:

Def Leppard: “Love Bites”
Guns n’ Roses: “Breakdown”
Starsailor: “Four to the Floor”

martes, 16 de junio de 2009

La carabela de Colón

El domingo pasado, después de ver "El Capitán Blood", un recuerdo saltó a mi memoria, como si impulsado por un resorte se tratara. Me acordé de la carabela de Colón. No la auténtica, claro. La reproducción que durante años estuvo anclada en el puerto de Barcelona. Bueno, no descubro nada a nadie si hablamos de los lugares algo bizarros pero con encanto que Barcelona tiene. O tuvo, porque muchos de ellos fueron, poco a poco, desapareciendo, fruto de una modernidad a veces mal entendida, fruto de especulación inmobiliaria, fruto del desgaste del tiempo o del mero olvido. Las cosas no son, a menudo, ni mejores ni peores, y es ese prisma traicionero de la memoria el que nos refleja lo que le sale de los huevos. En realidad, a qué niño de hoy en día le interesaría ver una mierda de reproducción de un barco medieval? Probablemente la decepción al descubrir que no tiene puertos USB sería mayúscula.

Se encontraba anclada al final de la Rambla, al lado de las Golondrinas. Yo la recuerdo sin el fondo que ahora ocupa el Maremagnum. Allí estaba, con su casco de madera, pintada en negro, una reproducción ignoro cómo de fidedigna de la Santa María (acaso los niños estudian todavía eso de la Pinta, la Niña y la Santa María, cual mantra?) que llevó a Colón a América. Y cualquiera podía subir a su cubierta, gratis... definitivamente, eran otros tiempos. Para mí era un lugar carente de cualquier simbolismo hispanista. Era lo más parecido que podía ver a los barcos de películas de piratas.

Para que veáis que no es mentira...

En Internet hay pocos datos fidedignos al respecto, viva la sociedad de la DESinformación. Por ahí se dice que el Ministerio de la Marina encargó a los astilleros de Cádiz en 1928 la construcción de una reproducción de la Santa María para la exposición Iberoamericana que se celebró en Sevilla al año siguiente. El dato es poco claro, porque no dice desde cuándo se instaló en Barcelona y por qué razón el dichoso barco fue a parar de Cádiz a Barcelona. Otros dicen que se construyó para una película y no era muy fiel a la realidad, pero que se quedó como reclamo turístico. Fiel o no, tampoco queda claro. Así, a bote pronto, he podido recordar una película que vi hace miles de años llamada simplemente Cristobal Colón (Christopher Columbus) de 1949, protagonizada por un tal Frederic March, de esa clase de películas históricas hollywoodienses, llenas de colorines y personajes encantadoramente planos. Pero vamos, nada hay que relaciones esa película con la reproducción de Barcelona.

No mucho más claro está su final. Al parecer, en 1987 sufrió un atentado por parte de Terra Lliure, quienes incendiaron la nave. El dato del ataque se repite, pero el año no me cuadra: en 1987 yo tenía 8 años y recuerdo haber visto la carabela más tarde. Otros apuntan al atentado en 1991, lo cuál me cuadra más, por mis recuerdos ubicados en el tiempo, aunque el grupo se disolvió en ese 1991. Se dice además que la nave fue hundida en alta mar en 1991 después de resultar dañada por el artefacto incendiario. La Diputación de Barcelona, que era la propietaria, explicó entonces que la nave sólo era una burda reproducción de las carabelas de Colón, y decidió sepultarla discretamente en el mar.

Recuerdo haberla visto hace millones de años. Sólo una vez.

Qué curioso es todo, el caso es que no sólo no hay claridad respecto a su origen, tampoco respecto a su final. Yo recuerdo que en 1992, año del Quinto Centenario, expresión que, dicho sea de paso, me parece algo antiquísimo, se hicieron otras reproducciones de las carabelas de Colón, esta vez las tres, y esta vez supuestamente más fidedignas, que pasaron por Barcelona, pero en su momento recuerdo claramente como me parecieron pequeñas y cutres. Supuestamente la Santa María era una nave grande de 36 metros de eslora, mientras que las otras dos rondaban los 20 metros. Posiblemente, estas tres carabelas que recuerdo sean las que ahora están en el puerto de Palos de la Frontera.

En fin, resulta divertido cómo ese pedazo de historia del puerto de la ciudad resulta ser ahora un perfecto desconocido. Obviamente, cualquier aportación será bienvenida. Pero mientras tanto, me quedo con el recuerdo y con esos buenos ratos que pasé de niño jugando por la cubierta de la nave.

PD: Algunas informaciones las he sacado de varias páginas, tales como http://bcn-antic.blogspot.com o como http://www.barcelonaopina.com ... el caso es que algunos de los textos de varias páginas están completamente copiados de una a la otra. Como quiera que no sé cuál es el original, y para no hacer publicidad al que copia, dejaremos las citas así.

Canciones:

QOTSA: "I Wanna Make It With Chu"
The Byrds: "Turn, Turn, Turn"
Ocean Colour Scene: "Robin Hood"


lunes, 15 de junio de 2009

Lo mejor de la semana. Semana 10

Resulta curioso cómo cierto sentimiento de culpabilidad que puedo tener al realizar alguna descarga de un disco no lo tengo con una película. Lo cierto es que cada vez "me bajo" menos discos, tan solo de vez en cuando algunas canciones sueltas... claramente si siento que necesito escuchar el "All together now" de The Farm, desde luego no voy a invertir ni un euro en el correspondiente disco. En fin, que no es de piratería (tema tedioso, oye) de lo que quería hablar... o tal vez sí, ver posición número uno del ranking. El caso es que lo único que descargo actualmente son películas, y no tengo sentimiento de culpabilidad alguna. Será porque nunca descargo novedades o cintas que estén o hayan pasado recientemente por las salas comerciales. Será porque a diferencia de la música, que siempre he comprado y lo seguiré haciendo, nunca he comprado DVD's. Y esta oportunidad de poder leer algo sobre, qué sé yo, una película de Paul Newman, o que me venga a la memoria el recuerdo de esa peli de "high school" que vi de crío, y con tan sólo un clic y un poquito de tiempo, la pueda recuperar, me parece algo casi de magia. A qué viene todo esto? una vez más, os remito a la posición primera del ranking de lo mejor de esta semana:

3.- La que se avecina: Sí... puede sonar extraño, pero la semana pasada vi el primer capítulo de la nueva temporada de esta serie... y me gustó! Hacía tiempo que con una comedia española no me reía. Y lo paradójico es que nunca seguí "Aquí no hay quien viva". En fin, con todos mis prejuicios hacia la tele española, sabiendo quien es el productor (José Luís Moreno... jurl) y siendo una serie de telecinco, la cosa tiene todos los números para acabar en desastre. Pero no. Quizás algo larga, probablemente demasiados anuncios, pero con ritmo, con chistes divertidos y recuperando ese sainete que tanta tradición tiene en españa. Si puedo, esta semana que empieza, veré otro capítulo. Y a ver si me convence tanto como el anterior.

2.- Donita Sparks - Transmiticate: Nunca seguí la carrera de esta mujer, y su banda, un clásico de los 90's, nunca me convenció. Si bien debo reconocer que jamás le presté mucha atención. El caso es que tenía su disco en solitario, de hará dos o tres años, que compré en L.A. por menos de 3$, y ayer me dió por escucharlo. No sé qué me hizo comprar ese CD, supongo que tanto elogio vertido especialmente en la revista Popular 1, y desde luego, ese ridículo precio. Qué sé yo. La cuestión es que me ha soprendido agradablemente. Por momentos me suena incluso a Redd Kross, con ese sentido del pop más clasicote y recargado, disfrazado de punk-rock. Minipunto para Donita.

1.- El Capitán Blood: Poca broma con una película que ya tiene más de 70 años y mantiene una cierte vigencia aún hoy en día. Ok, siete décadas no pasan en balde para cualquier cinta, y obviamente adolece de haberse quedado algo desfasada. Pero ojo, he dicho sólo "algo". Mira que de niño me tragué docenas de lo que se daba en llamar "películas de aventuras", de esas que TVE programaba los sábados por la tarde. Pero esta nunca la había visto. Y me ha gustado bastante. Ha sido la lectura del libro "Este Rodaje Es La Guerra", en la que todavía ando, la que me animó a descargar este clasicazo del gran Errol Flynn. Pues ya están en la cola "Robin de los Bosques" y "La Carga de la Brigada Ligera". Avisados quedáis.

Canciones:

Donita Sparks: "Need To Numb"
The Bellrays: "Got Something to Believe In"
Buckcherry: "Dirty Mind"

sábado, 13 de junio de 2009

Hace ya 15 años

Este año 2009 se cumple el quinceavo aniversario de un acontecimiento que removió los cimientos de la cultura audiovisual y que marcó definitivamente a una generación. El artista se convirtió en mito, aún a su pesar. Tantos años dedicados a la música para acabar estando en boca de todos por algo que trascendía más allá de sus pretensiones. Era 1994, y desde luego mi generación no iba a olvidar jamás ese año. Y aunque ha pasado mucho tiempo, todavía hoy, si vemos una de sus actuaciones, nos podemos dar cuenta de que se trataba de un tipo especial.

Podríamos estar hablando de este señor...

Me refiero, por supuesto, a que hace ya tres lustros de la presentación en sociedad del inimitable, por más que nos empeñemos, Chiquito de la Calzada!!! Era verano del 94, y Antena 3 programaba un espacio-concurso de chistes, presentado por el difunto "mago" Pepe Carroll. Bueno, la cosa, así, a priori, no parecía muy apasionante. Y la plantilla de "humoristas" eran una buena muestra de la cutrez hispánica. ¿Todos? No!! Un viejuno calvo y que lucía unas camisas coloridas y horteras llamó la atención desde el primer momento. Tanto es así que muy pronto las falcas que anunciaban el programa incluían un chiste corto del bueno de Chiquito. Se repitió esa falca varias veces a lo largo de la semana durante la programación. Y nada mejor que la repetición para que algo se retenga en la memoria, eso lo sabe cualquier estudiante. Paparl, paparl, llévame al círcol... Norl, hijo! Quien quiera verte, que venga a casa!! Ese era el chiste. ¿Gracioso? Es una mierda de chiste. Pero lo bueno era que pese a contar chistes horrorosos, Chiquito de la Calzada los convertía en obras de arte del humor.

Pero en realidad hablamos de este otro...

La fama fue ya en niveles exponenciales, le bastó pronunciar un enigmático "Hasta luego, Lucas" (¿Quien era ese Lucas? ¿dónde se iba? ¿Cuándo le íbamos a ver de nuevo?) en una serie de telepromociones navideñas de la cadena para que todos los Lucas de España de repente odiaran a muerte su nombre. Y a mediados del año siguiente, los imitadores ya comenzaban a aparecer por la televisión, principalmente de la mano de Pepe Navarro en aquél reivindicable "Esta noche... cruzamos el Mississippi". A partir de ahí, la cosa comenzó a ser un coñazo: todo el mundo imitaba los giros de Chiquito, con gracia más bien tirando a nula. Claro, cuando tu jefe, tu profesor, tu portera, el cansino de tu compañero o el monitor de la autoescuela comienzan, de repente, a decir "fistro pecardorl, jarl, quietorl"... la cosa pierde la gracia, inevitablemente. Chiquito lo intentó aplacar, dejó el programa semanal y se intentó querellar contra algunos imitadores. La cuestión, claro, quedó en un imposible. El monstruo se había despertado.

Chiquito dejó los programas semanales y probó con el cine. Claramente, ese no era su medio. A no ser que el visualizado de esas películas se haga entre una humareda de hachís, eran claramente inaguantables... por favor, si en la primera, quien daba la réplica al artista era Bigote Arrocet...

¿qué? acaso Matutano le dedicó unos tazos a Cobain?? pues eso

Al poco tiempo, Chiquito de la Calzada fue paulatinamente desapareciendo de las pantallas. Cada vez menos apariciones televisivas, y casi ningún bolo. Y probablemente hiciera bien, pues el personaje estaba demasiado quemado. Desde entonces, vive semi retirado, manteniendo el recuerdo surrealista y haciendo alguna aparición esporádica. No hace mucho le vi en el programa de Buenafuente, y el tío mostró un arte y una rapidez mental para el chiste y el explotar la gracia del personaje envidiables. Diantre, me vi a mí mismo partiéndome de risa, otra vez, con Chiquito de la Calzada. Probablemente con lo mismo de siempre. Lo mismo, pero no igual. Un poco como la versión chistosa, viejuna y popular de unos Faemino y Cansado. Aunque ahora lleve traje impecable en lugar de camisa hawaiana.

Y sorpresa, Burger King ha rescatado al divo (quien no os creáis, no necesita ningún tipo de rescate, por lo menos económico), en un anuncio que se basa, acertadamente, en la vena más surrealista de Chiquito. Hacía tiempo que no me reía viendo un anuncio de la tele. ¿Hemos madurado? naaaaahhh ... Qué grande, Chiquito. Sólo en Burger "Krí".



Canciones:

The Answer: "Tonight"
The Bellrays: "Fire on the Moon"
David Lee Roth: "That's Life"

domingo, 7 de junio de 2009

Lo mejor de la semana. Semana 9

Lo mejor de esta semana podría decir que es el hecho de pasar toda la semana en casa. Parece mentira la de tonterías que uno llega a echar de menos. Sí, todos nos hacemos los chulitos y hablamos de lo bonita que es la vida improvisada, sin planes, a lo que salga. Pero no, amiguitos, esa es la idea romántica. Los seres humanos necesitamos rutina. Por chungo que parezca. Rutina. Por lo menos NUESTRA rutina. Y poder saltárnosla cuando nos venga en gana. Eso sería lo ideal. Os parecerá una estupidez, pero es en estos momentos cuando un tipo como yo, fan del rock pero incrédulo irremediable, puedo llegar a comprender a esos músicos que se quejan de la dureza de la vida en la carretera. De las giras. Hay una canción de un músico español, algo cutre, pero que me ha venido a la cabeza varias veces durante estas semanas. ¿Cuál? Os la digo después de lo mejor de la semana:

3.- The Pepper Pots: Que Miqui Puig puede llegar a ser uno de los personajes más agobiantes de la televisión actual, es un hecho. Que es un hortera y un marisabidillo, y participa de cualquier martingala estúpida de la tele, desde luego. Pero os voy a decir una cosa, el tipo tiene criterio. Podrás estar más o menos de acuerdo con él, pero tiene un criterio. Y a nivel de soul y otras negritudes varias, sabe. Pues le oí en la radio recomendando esta banda, que promete y en la que también se ha fijado el productor de Amy Winehouse. Y la cosa, por lo menos lo escuchado en su myspace, pinta bien. Ah, y son de Girona. Toma ya.

2.- Rattle & Hum: Yo, el rey de los prejuicios, reconozco tener todos los del mundo y más hacia U2. Ok, son una buena banda, y tienen un puñado de canciones memorables... pero me dan grima, qué puedo hacerle. Sólo hay una etapa en la que me intesan más, y es entre los discos Atchung Baby y Zooropa. El caso es que el otro día, en una Fira del Disc, me hice por el miserable precio de 4€ con el doble vinilo Rattle & Hum, y oh, sorpresa: me gusta. En un momento de cruce de cables total, me informan varios fansES que probablemente me guste porque probablemente sea el disco "menos U2" de la banda... disco medio en directo, con varias versiones, en el que los irlandeses explotaron su vena más mitómana de la música de raíces americanas, del rock y el R&B. Pues igual es por eso. Pero desde luego, minipunto para U2.

1.- Ángeles y Demonios: Ok, muchos ya habrán eliminado de sus objetivos esta película, por basarse en el libro de Dan Brown. Para mi gusto, un error. Partamos de la base de que a mí me gustó "El Código Da Vinci", libro, sin volverme loco, pero me gustó. La pelí, sin embargo, me pareció flojita. Pues bien, mientras "Ángeles Y Demonios", libro, es regulero, la película está muy bien. Tal vez sea por ese ritmo trepidante. Tal vez por esas localizaciones magníficas de Roma. Tal vez por esa influencia Indiana Jones que planea por todo el metraje. Sea lo que fuere, una película de aventuras lograda y divertida. Y a Ron Howard hay que reconocerle el mérito de haber hecho una adaptación de la novela ejemplar, recortando donde hacía falta, adaptando aspectos al lenguaje del cine para que funcione mejor, y todo ello sin perder lo más mínimo el espíritu del libro. Podemos ponernos en plan exquisito y sacarle todas las pegas del mundo. Pero a mí me ha entretenido cosa mala, y eso que ya me sabía los giros y las sorpresas, por haberme leído la novela antes. Muy recomendable.

Canciones:

Miguel Ríos: "El blues del autobús"
The Answer: "Pride"
Soundgarden: "Drawing flies"

miércoles, 3 de junio de 2009

Vanilla Fudge

Por lo visto, desde que Los Soprano cerraran la barraca con el "Don't Stop Believing" de Journey (y con ella, lo mejor que he visto en TV en muchísimos años), parece ser que la banda de Steve Perry vive una suerte de segunda juventud. De repente, cientos de miles de personas se han acordado de Journey y el grupo ha salido del circuito de revival americano en el que corrían el riesgo de quedar estancados, como unos Bachman Turner Overdrive cualquiera. Sin embargo, para mí, que Journey no han significado nunca nada en mi vida, el gran momento musical de ese último episodio lo protagonizaron los olvidadísimos Vanilla Fudge y su insuperable "You Keep Me Hangin' On". Qué buena elección, y qué inesperado, y qué agradable sorpresa ver que más gente en el mundo reverencia como se merece, cuanto menos, una canción como esa.

No, no creo que Vanilla Fudge puedan aprovechar el tirón sopranero. De hecho, sus intentonas de reunión en los 80's y en los últimos años nunca gozaron de mucho tirón. Es más, se podría decir que son unos grandes olvidados de esa etapa de finales de los 60's cuando ciertas bandas endurecieron su rock psicodélico sentando unas bases para lo que acabaría siendo el hard rock tal y como lo conocemos, o incluso el heavy. Todo el mundo reconoce el legado de bandas totémicas como Led Zeppelin o Black Sabbath, pero antes hubieron unos Iron Butterfly, unos Steppenwolf, unos Jeff Beck Group o unos Vanilla Fudge mostrando un camino a seguir.

Jamás compararía a Vanilla Fudge con Led Zeppelin o Deep Purple... quién se puede comparar a tales colosos? Sencillamente, jugaban otra liga. No obstante, en 1967, cuando Vanilla Fudge alcanzó de repente su cumbre, Led Zeppelin les teloneaban, y eran llamados a ser la gran banda. Gente como Ritchie Blackmore se deshacía en elogios hacia su primer LP, "Vanilla Fudge", que contenía himnos como la mencionada "You Keep Me hangin' On", a la postre, una sorprendente versión del clásico de las Supremes. Desarrollos psicodélicos a base de órgano, una base rítmica muy potente (esa batería de Carmine Appice!!) y una guitarra endurecida para un sonido épico. Ese primer disco se nutría principalmente de versiones, de sorprendentes revisiones de temas muy clásicos como "Ticket to Ride", "Bang Bang" o "People Get Ready", aunque debo reconocer que no siempre con la misma gracia que con la cover de las Supremes: algunos desarrollos organísticos llegan a desesperar en algunas ocasiones.

Al parecer, y eso se puede ver en algunas grabaciones en Youtube, su directo era más potente que sus versiones de estudio, pero prefirieron incidir en sus matices más psicodélicos y experimentales que en el rock más potente. Su segundo álbum ya era un despropósito de pretenciosidad, y a partir de ahí, todo fue perdiendo fuelle. Y luego, lo de siempre. El éxito que no llegaba y el desgaste llevó a Carmine Appice, Tim Bogert, Vince Marten y Mark Stein a separar sus caminos. Luego llegarían otras bandas exitosas también, como Cactus primero y Beck, Bogert & Appice después. Ya no era lo mismo. Y para mi gusto, lo tuvieron cerca, muy cerca, y se les escapó cuando lo tocaban con la punta de los dedos. Qué importa. Pinchemos "You Keep Me hangin' On" una vez más.

Canciones:

The Answer: "Cry Out"
The Killers: "Spaceman"
Whitesnake: "Fool for your lovin'"

lunes, 1 de junio de 2009

Lo mejor de la semana. Semana 8

Cómo me gustan las casualidades. Nos demuestran que en realidad, por más que queramos, el control sobre nuestras vidas es una pretensión inútil. Al contrario, es mucho más divertido dejarse llevar y encontrar sorpresas, aún a riesgo de que éstas puedan llegar a ser desagradables. En esta ocasión, ha sido algo curioso. No sólo encontré a Jessica Mistery Girl, sino que además, se ha pasado por estas líneas y ha dejado un comentario. La verdad es que ya me había olvidado, y ha sido divertido saber de ella. Un saludo, allá por donde andes. Y antes de continuar con la filosofía de andar por casa, vamos al top 3 de la semana:

3.- The Answer: tal vez sean las ganas que tengo de encontrar una nueva banda de rock que me guste, un nuevo grupo al que ver nacer y crecer y al que pueda dedicar mi fanatismo, como antaño ocurriera con Pearl Jam, con Afghan Whigs, con The Hellacopters, con Buckcherry o con Wolfmother. Tal vez no acaben siendo la gran banda, pero de momento, su segundo disco, publicado recientemente, me está gustando bastante. Veremos lo que da de sí.

2.- The Killers: tan populares que hasta Luís María Ansón les dedica una columna. Lo cierto es que con todos los prejuicios del mundo, he de reconocer que el último disco de The Killers está muy bien. Tiene dos singles redondos como "Humans" y "Spaceman", y el resto del disco es más discretito, basculando entre el Bowie con resaca de Ziggy Stardust y U2, pero interesante no obstante. Diablos, Bono mataría por una canción tan buena como "Humans", que vale más que sus últimos 4 discos.

1.- Gran Torino : lección de cine a cargo de un viejuno Clint Eastwood, un tipo que desde luego, sabe lo que se lleva entre manos. Y aunque la cinta arranque de una manera que parece algo previsible, está tratada con maestría, pero sin aspavientos, con detalles sutiles de esos que se quedan en tu cabeza tras el visionado. Y con una recta final más sorprendente. Merecido puesto número uno. Grande, el tío Clint.

Canciones:

Bruce Springsteen: "Pay me my money down"
The Rolling Stones: "Dead Flowers"
Phoenix: "Everything is everything"