lunes, 27 de octubre de 2008

Forever Blue

Parece mentira que ya haga 13 años de la publicación de “Forever Blue”, de Chris Isaak, uno de los discos que más me han gustado nunca, y de los que más he escuchado. 13 años... cómo pasa el tiempo!! Yo no lo descubrí hasta, a ver, haciendo un inesperado y herculíneo ejercicio de memoria, diría que 1999. Hummm, nostalgia tal vez? Un poquito, y no sé exactamente por qué, dudo que en 1999 estuviera mejor que hoy, pero sí era más joven y más inocente (a ver, sigo siendo joven e inocente, pero entonces, la palabra pipiolo me definía a la perfección!).

“Forever Blue” era el quinto album de Chris Isaak, nacido en Stockton en 1956. No es que me importe en absoluto el dato de su nacimiento, pero el nombre de su pueblo natal me ha recordado al mítico base de los 90’s. John Stockton. En fin, pajarreos aparte y si no tenemos en cuenta un recopilatorio que sacó, a raíz del exitazo de la canción Wicked Game, decía que se trataba del quinto album. Y desde luego en ese disco se salió. Había grabado discos buenos, algunos muy buenos, pero “Forever Blue” rezuma a clásico por todos sus surcos, y la sensibilidad, a la par de clase que desprenden todas y cada una de sus trece canciones es casi insuperable. Ni siquiera para el propio Chris Isaak, quien hoy, diez años y cuatro discos después, nunca ha llegado a tal nivel otra vez.

Incluso la portada tiene clase, un Isaak mirando al infinito delante del típico coche americano que nos recuerda a las películas de los 60's. Forever Blue (qué buen título) relata un mal momento sentimental en la vida de Chris Isaak, su separación, y por ello la tónica del disco es depresiva. Sin embargo, y a diferencia de muchos discos depresivos, que siempre me habían acompañado durante el otoño y el frío invierno, “Forever Blue” siempre me ha parecido un disco muy veraniego. El lirismo que desborda este trabajo, capaz de hundir la moral al más pintado, lo emparenta con otros discos como por ejemplo “Scraps at Midnight”, pero así como Mark Lanegan era purito otoño, es en las tardes de agosto, cuando el sol se esconde y la playa queda vacía y algo desangelada cuando “Forever Blue” te transporta a su verdadera dimensión. Playas vacías, carreteras largas, tardes húmedas...

Por lo visto, durante esa época Chris (permitidme la familiaridad, es que son ya muchas escuchas) se había divorciado de su mujer y había exorcizado sus fantasmas a base de canciones hirientes a veces, despechadas otras, y en ocasiones, simplemente tristes. Y como los humanos somos así de estúpidos y nos regocijamos en nuestro dolor a base de conocer el dolor de nuestros semejantes, sentirse mal y escuchar “Forever Blue”, es todo uno.

Cool!!!

Mis primeros recuerdos de este disco se remontan al propio 1995, cuando me quedé prendado del single “Somebody’s Crying” y de su videoclip, que alguna vez pasaban por el programa de Los Cuarenta Principales en Canal +, y varios años después descubrí el disco entero. Y también recuerdo escuchar la mencionada canción y “Graduation Day” en una tarde de agosto, solo, porque no había nadie más y solo por la soledad que en aquella tarde sentí, tan lejos del mundo.

Y, por supuesto, “Baby did a bad thing” que el sabio Kubrick utilizó en Eyes Wide Shut, película que pese a no acabar de gustarme, hizo aflorar en mí mi lado más cerdete. Y no sé por qué, sospecho que caí en la trampa de Kubrick, quien precisamente pretendía un poco eso.

Como decía, Chris Isaak no ha vuelto a grabar nunca un disco tan bueno. Su siguiente album, “Baja Sessions” estaba muy bien, pero no era “Forever Blue”. “Speak Of the Devil” es irregular, “Always Got Tonight” flojea un poco y sinceramente, su último disco, un disco con canciones de navidad, está muy bien, pero espero mucho más. Hay que partir de la base de que actualmente, a Chris se la trae floja si sus discos alcanzan el calificativo de obras o no, y se encuentra muy bien como personaje público, actor ocasional, showman y presentador de TV además de músico. Pero qué debe sentir cuando piense que por más que lo intente, superar ese disco es una tarea titánica? Porque... ¿debe pensarlo? ¿Es consciente de ello?

Canciones:

Chris Isaak: "Graduation Day"
Ocean Colour Scene: "For Every Corner"
The Who: "Baba O'Riley"

jueves, 23 de octubre de 2008

I'm a po' boy alone and faraway from home


Las noches de hotel por trabajo suelen despertar en mí un lado melancólico. Y no será que no esté acostumbrado, paso varias a lo largo del mes. Y aún así, ya ves. Tal vez sea que hoy no me encuentro bien, que el otoño frío y lluvioso ha llegado para quedarse, o simplemente un poco de todo a la vez. En este hotel se podría decir que vengo a menudo, que ya tengo adquiridas unas rutinas. Me suena la cara de la recepcionista de la noche, y de la de la mañana. También de la camarera que me sube la cena. Me sé lo que puedo pedir en la habitación, incluso conozco la mayoría del menú del restaurante. Sé dónde dejan los periódicos, y las distribuciones de las habitaciones. Están las que dan a exterior, y las de interior. La vista por la ventana no es mucho mejor en unas que en otras.

En los hoteles acostumbro a tirar de internet para pasar la noche. Hoy me dedico a dar rienda suelta a mi vena cotilla fisgoneando en Facebook, en el grupo de la escuela donde cursé el BUP y el COU. Casi no conozco a nadie. En estos momentos creo que mi tarjeta de acceso a internet por GSM (que me finanza, ufana, la empresa) es una de mis posesiones más preciadas. Sin embargo, justo antes de dormirme, o justo al despertar, tengo la estúpida manía de ponerme a mirar la tele. Cosa que soy incapaz de hacer en casa. Hoy la tengo apagada. A veces la dejo encendida, pero sin volúmen. No me preguntéis por qué. Ahora llueve, y supongo que el club Lorena, en el callejón de detrás, debe estar en uno de los momentos álgidos de la noche.

La semana que viene no va a haber microrrelatos. Debería enviarlos antes de mañana a las 12, pero no tengo el cuerpo para inspiraciones, necesito algo de paracetamol y dormir varias horas. Ya veis que la constancia no es una de mis virtudes. Así tengo excusa para una frase inicial complicadilla. Mañana más, tal vez incluso mejor. O igual no.

Canciones:

Manic Street Preachers: "Umbrella"
Billy Idol: "Eyes without a face"
Guns n' Roses: "Live and let die"

martes, 21 de octubre de 2008

Concurso de microrrelatos - 2ª Temporada - Semana 2

Bueno, esta vez sigue la cosa adelante, y hay que reconocer que la frase de esta semana era mucho más fácil y daba más juego que la de la semana anterior. Envié dos relatos, no gané con ninguno. ¿Quién dijo la estupidez aquella de que lo importante es participar? Que le den al Barón de Coubertain, hombre.

Simplemente señalar que el relato ganador tiene un trasfondo parecido a uno de los que yo envié, vamos, que mi idea, que creía magistral y única, no era ni tan única, ni por lo visto, tan magistral. ¿Y qué nos queda entonces? Pues una frase de inicio para la siguiente edición de aquellas complicadillas. Ya veremos que sale.

Pero tranquilos, no os hago esperar más, y ahí va la ración de lamentables microrrelatos de la última edición:

La mujer que había dentro de mí. Gritaba. Se retorcía. Golpeaba. Pugnaba por salir al exterior, por más que yo hiciera lo posible por evitarlo. Desde fuera se me notaba. La piel suave y brillante, y esas formas casi grotescamente redondeadas que había adquirido, me delataban. Tenía a una mujer dentro. Desde que la descubrí, supe que nada podría impedir que formara parte de mí. Y aunque lo hice sigilosamente, ahora pago las consecuencias. Tragarse a un ser humano es complicado. Y si es una hembra, más. Qué duro es ser una boa en pleno proceso de digestión.

La mujer que había dentro de mí. Cuando ésta saliera, tal vez. Eso se atrevió a decirme el muy imbécil. Seguro que no había leído nada de Navokov. Ni él ni su mujercita. Bueno, ella no debía haber leído nada más allá del “Hola”. Pero claro, tenía esas tetas que el imbécil no paraba de mirar cuando hablaba con ella. Pues ya no podrá mirarlas jamás. Ni tocarlas. Ahora está desolado y confuso, mirando de soslayo el féretro. Y seguro que la echa de menos. Pero yo estaré ahí. Al fin y al cabo, quién sospecharía de una pobre niña.

Canciones:

Manic Street Preachers: "So why so sad?"
Mary "Queenie"Lions: "Fever"
The Wildhearts: "Rooting for the bad guy"

lunes, 20 de octubre de 2008

El padrino (tres)

El otro día volví a ver El Padrino III. De hecho, me he repasado la trilogía entera de nuevo, supongo que con un cierto sentimiento de vacío tras el final de Los Soprano. Siempre se ha dicho que el Padrino III es decepcionante, indigna de la saga. Eso, lo más suave. Hablando en plata, la tercera entrega de la serie recibió más hostias que Rocky Balboa contra Apollo Creed. Pues en su momento, la primera vez que la vi, no me pareció tan mala. Y hoy, habiéndola repasado de nuevo, no puedo sino reafirmarme en mi opinión. No sólo no es una mala película, sino que además no está nada mal, y desde luego, pese a ser la más flojita de las tres, no es "indigna" de la ya mítica trilogía. En fin, nunca desprecié una causa perdida, nunca negaré que son mis favoritas, que dijo aquél.

Probablemente sobre la actuación de Sofia Coppola, me hubiera gustado ver a Winona Ryder allí, como estaba previsto. Pero tanto padre, como sobretodo, hija, han pagado durísima penitencia por ese caso de nepotismo flagrante. Y sin embargo, no puedo sino sobrecogerme ante ese final, con ese grito silenciado de Al Pacino.

Curiosamente esta tercera entrega me parece la más cercana a Los Soprano, supongo que por esa visión más "familiar" de la Mafia, desde la óptica de un Michael Corleone envejecido, cansado y con ganas de dejarlo todo y dedicarse a los suyos. Igual no tiene nada que ver y es que Los Soprano me han hecho más mella de la que pensé: el viernes estaba con un tipo reunido y me recordaba horrores a Tony Soprano. No es que se pareciera a James Galdonfini, no exactamente. Pero era la forma de moverse, de hablar, su cara no se parecía, pero tenía ese aspecto de tipo grandote y algo en él me recordaba Tony. Lo veis? es por eso que no me quiero enganchar a ninguna serie más: me afectan demasiado.

De manera que prefiero ir tirando de películas. Curiosamente, los escrúpulos que tengo últimamente para bajarme discos de internet no los tengo para las películas. Tal vez sea porque nunca compro películas en DVD, nunca lo he hecho, y si quiero ver un estreno, voy al cine antes que ver esas bazofias que te puedes bajar simultáneamente al pase en salas de las películas. De manera que ver pelis antiguas que no había visto, o volver a repasar películas que en su momento vi y me gustaron, todas ellas bajadas de internet no me parece tan éticamente criticable. Qué cosas, ¿no?

Canciones:

Lone Star: "Mi Calle"
Héroes del Silencio: "La herida"
Led Zeppelin: "Gallows Pole"

sábado, 18 de octubre de 2008

Jitazos Fugaces. Hoy ... Fool's Garden

Por petición popular de los cientos de miles de lectores de NDK, he decidido retomar una de las sagas más exitosas de este, vuestro blog favorito: los Jitazos Fugaces. Para ver más, especialmente para aquellos que se han incorporado a esta página en los últimos meses, sólo teneis que hacer click en la etiqueta Jitazos Fugaces (ahí, a la derecha). Para recordar qué eran los Jitazos Fugaces, y en una suma de egocentrismo y vagancia, me permito autocitarme:

Ahhh, la maravillosa idiosincrasia del mundo de la música. Unos días estás arriba del todo y cuando menos te lo esperas, el batacazo puede ser de órdago. Y es que no es nada extraño el toparse con una banda o artista que de repente, parece surgir de la nada con una canción, unos pocos minutos en los que concentra su arte y resulta ser su cenit creativo. Los dioses son favorables, ese día la luna está en su séptima casa y Júpiter se alinea con Marte, y resulta que esa canción acaba sonando en todas las radios y el pertinente videoclip aparece en la MTV y otros programas televisivos musicales. Sin embargo, la alegría es efímera, y tan rápido como ascendió, esta banda cae en el más cruel de los olvidos. Desde luego que antes habrá intentado mantener su fama más allá de los 15 minutos warholianos con un segundo single, que obviamente gusta a muy pocos y se pierde en la más cruel indiferencia. Algunos osados incluso lo vuelven a intentar un par de años más tarde, con un disco nuevo, en este caso la indiferencia suele ser aún más cruel, y el mensaje viene a ser “déjate de tonterías y toca otra vez XXXX”. El inglés, que sin duda es una lengua muy ágil, tiene para estos menesteres una expresión divertida: One Hit Wonder.

Esta pretende ser la primera entrega de una serie dedicada a algunos de estos One Hit Wonders, o como lo prefiero yo, Jitazos Fugaces. En ella hablaré de esos que parecían predestinados a comerse el mundo y acabaron siendo carne de recopilatorio anual y de emisora de radio tipo M80 o Kiss FM. Pero lo más curioso del tema es que algunos condensan en 3 minutos más gracia, más chispa, más calidad y más atractivo que carreras enteras de 15 LP’s. Otros jitazos fugaces tienen una gracia para los que disfrutamos del kistch, un eufemismo como otro cualquiera para denominar a la caspa. Otros tienen un videoclip divertido. Otros nos teletransportan a una época en concreta. Y otros son absoluta basura.

Y para retomar esta ya entrañable saga, nos topamos con una cancioncilla pop que triunfó en la época de las guitarras saturadas, y de nombre lisérgico: Lemon Tree, de Fool's Garden. Esta aborrecible canción, de tonada peligrosamente adictiva, surgió a la luz en 1995, y sus autores, los alemanes Fool's Garden decían querer ser "los nuevos Beatles". Toma ya. En fin, qué se puede esperar de una banda de pop alemana?

Fool's Garden se formaron en 1991 , pero la fama mundial (y afortunadamente efímera) les llegó en 1995, con ese "Lemon Tree" incluido en su disco Dish Of The Day. Así, de repente Peter Freudenthaler, Volker Hinkel, Thomas Mangold, Roland Röhl y Ralf Wochele se convertían en pasto de las radios y la MTV europea. Y luego desaparecieron de la escena. Pero no os creais, desparecieron de la escena europea, pero en Alemania todavía tienen el privilegio de poder disfrutar de la música de Fool's Garden: efectivamente, esos mamones no se conformaron con reventar los charts en 1995, ni siquiera con probar suerte con un disco posterior, en 1997. No. Siguieron publicando discos, en 2000, 2003, 2005 e incluso en 2008. Hasta sobrevivieron a una crisis (en 2003) en la que se desmanteló la banda y fue el cantante Peter Freudenthaler (premio a quien pronuncie correctamente su apellido) quien continuó adelante, esta vez bajo el nombre de Fools Garden, sin apóstrofe, en un alarde de ingenio.

¿Significa esta logevidad que tal vez nos estamos perdiendo una carrera interesante? Personalemte lo dudo mucho. No deja de sorprender, no obstante, que sigan en activo tantos años después. El caso es que este Jitazo Fugaz en cuestión se puede llevar el premio a la letra más absurda, con versos como "Me pregunto cómo, me pregunto por qué/Ayer me hablaste del triste cielo azul / y todo lo que puedo ver es sólo otro limonero amarillo". Tiembla, Bob Dylan. Y es que puestos a hablar de limones y limoneros en una canción, casi mejor, me quedo con aquella que decía:

Mi limóm, mi limonero
entero me gusta más
Un inglés dijo yeah,yeah
y un francés dijo oh lala

Bueno, os dejo con Fool's Garden. Para que hagais memoria. Y luego podais olvidar.


martes, 14 de octubre de 2008

Concurso de microrrelatos - 2ª Temporada

De nuevo vuelve la SER a organizar su concurso semanal de microrrelatos. Y de nuevo resulto ser reincidente, y aquí estamos. La mecánica es sencilla, se han de enviar microrrelatos con 100 palabras máximo. Los relatos deben comenzar con la última frase del relato ganador de la semana anterior. Ahí está la gracia del asunto. Y es que algunos resultan ser muy complicados. Por ejemplo esta semana. Fíjaos que me estoy escudando, estoy utilizando una excusa frente a un par de intentonas, las de esta semana, algo lamentables. Pero así está la cosa. Lo de la inspiración y las musas está muy bien para las entrevistas. Lo que hay que hacer es escribir. Unos días saldrá mejor, y otros peor. Esto es como salir a ligar, las musas, como las chicas guapas, no vienen a ti. Has de ir tú mismo a buscarlas. Esta vez sigo el consejo que me dió, creo que Nuala, de publicar en el blog los relatos correspondientes a la semana anterior (el fallo se hace los martes, y no, no he resultado premiado), que mucho pirata hay suelto por el interné.

Hice dos microrrelatos. Uno de ellos me gustó más y lo envié. El otro no. ¿Adivináis cuál es cuál?

"Algún día se enterarían de quién era el que movía el espejito. Pero mientras tanto, eran felices. Me asomaba a la ventana, tomaba el reflejo del sol y lo proyectaba a los ojos de un afortunado. Aquél, se quedaba cegado por la luz que me encargaba de dirigirle. Y al no ver, se daba cuenta de que era mejor así. Y se sentía feliz, porque por unos momentos, sólo veía una intensa luz, pero y nada más. No podía ver cómo de triste era su vida. Y daba gracias a dios. Nunca reclamé el agradecimiento. No quería quitarle la ilusión."


"Algún día se enterarían de quién era el que movía el espejito. Cada mañana salía temprano, me sentaba en el asiento de copiloto y ajustaba el retrovisor para poder mirar su escote en el reflejo. Mi tío, que conducía furgoneta, estaba acostumbrado a usar sólo el retrovisor exterior, y no se enteraba. Me pasaba todo el trayecto al cole mirando embelesado a mi prima. El día que mi tía cogió el coche y tuvo aquél accidente, aseguró que miró por el espejo pero no vio aquella moto. Debía ser fallo de fabricación, atacó al concesionario, porque ese retrovisor siempre se desajustaba."

Canciones:

Beck: "Sexx Laws"
Korgis: "Everybody's Gotta Learn Sometimes"
Bryan Adams: "Run to you"

domingo, 12 de octubre de 2008

Unos días en Madrid

La semana del concierto de R.E.M. la aproveché para quedarme desde miércoles hasta domingo en Madrid. Sin duda se trata de una ciudad que me encanta. Lo que pasa es que lamentablemente voy siempre (y muy a menudo) por trabajo, con lo cual, claro, la cosa cambia. Esta vez nos alojábamos en un apartamentito en la Calle Mayor, a 500 metros de la Puerta del Sol. Es decir, en pleno meollo madrileño. Perfecto. Y es que una de las cosas que me llama la atención de Madrid, que me atrae, es sus particularidades. Su casticismo. Sus costumbres, más diferentes de las de Barcelona de lo que pudiera parecer a priori. Obviamente, esa es una simplificación facilona desde un punto de vista distorsionado del barcelonauta. Y ni eso, pues hace ya cuatro años que dejé de vivir en la urbe. Qué le voy a hacer, simplificado o no, es lo que me atrae, y me repele a la vez. Es como la Plaza de Toros de Las Ventas. Odio el toreo y todo lo relacionado con lo que dan en llamar “la fiesta”. Pero a su vez, ese edificio y esas tascas de alrededores, que parecen empeñadas en no arrancar las hojas del calendario, a excepción del televisor, no puedo evitarlo, me generan curiosidad.

El día siguiente al concierto es un buen día para dar buena cuenta de una comida pantagruélica y de pasear por el centro de los madriles. Aprovecho para acercarme hasta la calle Fuencarral. Tengo un familiar en Madrid, y hace años iba, de vez en cuando, unos días en vacaciones. Y era algo así como una experiencia iniciática y un acercamiento a las corrientes modernas. Nada que no hubiera en mi ciudad, pero esos días me llevaban a bares, a las tiendas de ropa alternativa, a las tiendas de discos, a ver películas italianas en V.O.S.E. De manera que Madrid siempre me recuerda a esa época. Descubro como la calle Fuencarral ha perdido algo de magia, demasiada boutique pija de las de toda la vida, pero con un cartel graffiteado para parecer más alternativa. Sin embargo, el mercadillo de Fuencarral sigue allí, y es un gusto chafardear las miles de camisetas, las bambas, los complementos y la ropa. Por poco tiempo, según dicen. Javiruli, que viene con nosotros, se lanza a por una camiseta de su admirado Bud Spencer, y tras su compra, el chaval que regenta el tenderete le pide que firme un manifiesto en contra de la desaparición del Mercadillo. Al parecer, es inminente, y si la cosa no cambia, a primeros del año que viene será historia. Una verdadera lástima, si se acaba perdiendo el Mercadillo de Fuencarral.

El Mercado de Fuencarral echa el cierre. Foto de aquí.

Por la noche nos llevan por La Latina, barrio encantadoramente castizo con una oferta para el tapeo y la cena rápida brutal. Tras comer como puercos en una tasca, acabamos en un bar, “El Viajero”, medio pijito, gin-tonics de Tanquerai y una terraza que seguramente podría ser apetecible unas semanas atrás, pero el frío ya lo impide.

El día siguiente es para el Museo Reina Sofía, que hace más de diez años que lo vi, y no había vuelto. No tengo el cuerpo para grandes exposiciones, de manera que me limito a buscar lo que quiero ver, a saber, el Guernika, los lienzos de Picasso, Miró y Dalí, y una exposición de Robert Capa algo sosita. Y el siguiente destino es el Cosmocaixa, donde hay una exposición acerca de Chaplin. Sorprendentemente gratuita, se trata de una exposición de fotografías con muy poca información de la vida personal de Charles Chaplin. Interesante, también.

La noche es para ir a Malasaña, zona que apenas conozco. Cenamos muy tarde (para el horario de Barcelona) donde podemos compartir comedor con el injustamente olvidado Jaime Bores. Dios, toda una celebrity. Y tras la cena nos adentramos en la maraña de bares. Se me ocurre la reflexión de que la zona mola mucho. Cientos de bares, mucha gente transitando, pero en una zona muy céntrica y accesible. Y sin embargo, entiendo que en una ciudad como Barcelona, tan volcada con la consecución de altas cotas de civismo, se desmantelaría un Malasaña en menos que canta un gallo. Y lo puedo entender, a diferencia del Poble Nou, se trata de una zona totalmente residencial, con miles de vecinos que deben soportar ruidos, meadas, vómitos, pestes y otras cosas que no quiero relatar. Hacerme esa clase de reflexiones significa que me estoy haciendo viejo?

El caso es que paso por un par de bares, descubro el mítico Penta que cualquier documento sobre la Movida (cosa cansina, tanto bombo) nombra. Me lo imaginaba más grande. La noche es muy fría, y nosotros vamos con la ropa de veranillo que traíamos de casa, de manera que esos 7 grados nos hacen muy chungo el paseíllo hacia casa.

Malasaña. De día.

El día siguiente es para hacer compras, previo darse un homenaje a base de churros con chocolate en San Ginés. Y sólo diré dos palabras: Discos Yunque. Bajo esa cutrez de nombre nos encontramos con dos tiendas, dos locales igual de cutres, pero que venden CD’s nuevos (también algo de 2ª mano) a precios ridículos. Mucha morralla, pero podías encontrar alguna gema, nueva y a precios de 6 euros. Acabé comprándome varias cosas, entre ellas, el “Wax Ecstasic” de Sponge y el “Live in London” de Space Age Playboys, es decir, discos que no son precisamente fáciles de encontrar. Y las novedades discográficas, a precios tirados. Javiruli se compró el “Death Magnetic” de Metallica por sólo 10 euros (¡!). Ignoro qué beneficios reporta esa tienda con esos precios, pero no puedo dejar de sentirme timado paseando luego por FNAC. Lo de los CD’s antiguos todavía lo entiendo, parece como si compraran excedentes que las grandes superficies no vendieron y lo deben hacer a precios reventados. Lo de las novedades a 10 y 12 euros no tiene explicación para mí. Ni falta que le hace.

Y el domingo, antes de la vuelta, paseíto por el Rastro. Vamos temprano, el tren sale al mediodía y no hay mucho tiempo, y la mañana es, una vez más, heladora. Cómo echo de menos mi chaqueta. El caso es que el rastro mantiene su ambiente entre castizo y chapucero, pero no veo nada interesante. Ni camisetas, ni ropa, ni vinilos de segunda mano (piezas mal conservadas a precios indecentes) ni revistas antiguas. Así que acabo mi jornada madrileña almorzando un bocata calamares antes de ir a Atocha. Dios bendiga al AVE.

Canciones:

Esclavos Del Vicio: “Tu Bendición”
Héroes del Silencio: “Bendecida 2”
Sponge: “Wax Ecstasic”

domingo, 5 de octubre de 2008

R.E.M. Madrid, 1 de octubre de 2008

Muchos, demasiados días sin sentarme frente al teclado. Aunque (lo prometo), tengo justificante firmado por mi madre. Pues resulta que el miércoles pasado viajé a los madriles con la excusa de ver a R.E.M. en directo, y ya que estaba puesto, me quedé hasta hoy mismo.

Cualquiera que haya leído varias entradas de este blog sabrá de mi devoción por los de Athens. Lo cuál no me ha quitado de darles cera cuando se la merecían. Y lamentablemente, llevaban unos añitos complicados, cuanto menos. Pero, oh, sorpresa, de repente sacan un disco nuevo que los redime de una temporadita anodina y de algún tropezón serio.

El caso es que, en una sorpresa desagradable, la gira "Accelerate" no recalaba en Barcelona, sino en un amorfo festival en Girona que resultó ser un fiasco, en el que se acabaron regalando entradas en los pubs de los alrededores ante la amenaza de pinchazo vergonzoso, tanto que hasta los propios R.E.M. dijeron que o se juntaban un número decente de personas o no tocaban. Por suerte, acabé por no ir a ese festival, ya que prefería verlos en un recinto normal y corriente, sin festivales ni mandangas. Madrid era el destino, pues. Así que dandole otra estocada a mi cuenta corriente, así se hizo, y a la capital española que me iba.

R.E.M. en Las Ventas. Todas las fotos, de Lae

Yo ya había visto un concierto de R.E.M. anteriormente, y he de decir que la experiencia fue poco satisfactoria. Por un lado, la banda presentaba el mediocre "Around The Sun", su estado de forma era discutible y el sonido del grupo en directo no era el más indicado. Pero lo peor del asunto, lo que me agobió la experiencia, fue que en un episodio más de la tontería que llevo encima, me espabilé muy tarde para comprar las entradas, y cuando me puse, sólo quedaban entradas de grada, lejísimos, en el Palau Sant Jordi. ¿Un concierto de R.E.M. sentadito en la grada y a tomar por culo del escenario? eso ni es experiencia ni es nada. De manera que la oportunidad de Madrid suponía también aquello de quitarse la espinita.

Lo primero que me sorprendió fue el recinto. Nunca había estado en Las Ventas, de hecho, creo que nunca había estado en una plaza de toros, y me sorprendió gratamente la buena visibilidad. En seguida pudimos tomar unas buenas posiciones, más cerca del escenario y con más comodidad de la que he podido gozar en muchos conciertos de salas más pequeñas como Razzmatazz. Los teloneros, unos aburridillos We Are Scientists pasan sin pena ni gloria, y me doy cuenta de que la plaza presenta un aforo más reducido del que esperaba, por lo menos a tenor de ese recuerdo del St. Jordi de hacía unos 3 años. La noche es cálida, el ambiente emocionante y la cosa no puede pintar mejor!!

Y sin más aparecen los R.E.M., Michael Stipe, un Mike Mills con un look muy rockero (sombrero cowboy, americana con lentejuelas y camiseta sin mangas debajo) y Peter Buck. Y junto a ellos, el batería Bill Rieflin y el guitarrista Scott McCaughey, viejos conocidos que giran con ellos desde la época de "Monster". Y nadie más. Lo cuál no está mal, ya que si de algo adolecían las últimas giras de R.E.M. era de tener un sonido demasiado recargado, de manera que con una estructura de lo más clásica, guitarra-guitarra-bajo-batería, la banda suena más austera pero más potente y (sí, el comentario de siempre) recordando a los R.E.M. más ochenteros.

Adios, amigo. Gracias y hasta pronto.

En el inicio con "Livin' well is the best revenge" y "What's the frequency, Kenneth?" ya descubren sus cartas y muestran de qué va a ir la cosa: pop-rock potente y mucho himno. Y he de reconocerlo, cuando tocaron el "What's the frequency, Kenneth?", me emocioné. Una de mis canciones favoritas de la historia, un momento que llevaba muchos años queriendo vivir.

Como suele ser habitual, es Stipe quien desata su vena más histriónica y acapara las miradas, pero es ese grandísimo Mike Mills quien se lleva el MVP del concierto. Y desde aquí, un homenaje a Mike Mills, gran bajista, gran cantante (esos coros mágicos!!) y genial compositor en la sombra. Y ambos guitarras, conduciendo un sonido potente, pero sin distorsiones. Durante todo el concierto permanecen Stipe y los cuatro músicos, con algún acercamiento fugaz a los teclados como única concesión al sonido guitarra-bajo-batería.

Y el repertorio, pues mucho más equilibrado que en su última gira. Teniendo en cuenta que "Accelerate" es mucho mejor disco que "Around the sun" (del que no tocaron nada), los seis temas que incluyeron en el concierto no desentonaron. Pero claro, es que un grupo con tal repertorio juega con la ventaja que le dan gemas como "It's the end of the world as we know it" o "The one I love". Y aún así, se permitieron el lujo de rescatar canciones no tan obvias pero no por ello menos interesantes, como "Ignoreland", "These Days" o "Strange Currencies". Incluso de arriesgar con una extraña versión acústica de "Let me in", que aunque se les agradece la experimentación, no me acabó de convencer (perdía el desgarro de la versión eléctrica original).

Let Me In, en versión acústica, todos juntitos frente al teclado tocado por... Peter Buck (!!)

Y con el público en el bolsillo, se marcaron una recta final de esas de traca, de singles redondos, y cuando todo parecía haber finalizado, se descuelgan con una versión del clásico "I wanna be your dog" de The Stooges, que me pareció improvisada, lo cuál, en una banda tan mediatizada y comercial como se han vuelto R.E.M. (con agradecimiento al mierdoso de Migay Bosé incluido), no deja de ser una sorpresa agradable.

En fin, acabo con el discurso de fan locaza, con el entusiasmo que me produce ver que por fin, después de tantos años, he podido disfrutar de un concierto de R.E.M. como mandan los cánones, y comprobar que de nuevo, la banda pasa por un buen momento tras una temporada de bajón. Y que dure la fiesta.

Canciones:

R.E.M.: "Strange Currencies"
R.E.M.: "These Days"
R.E.M.: "Orange Crush"