domingo, 30 de marzo de 2008

New Coke

Soy un fan absoluto de la Coca-cola. Y lo soy por su sabor, por encima de significaciones éticas o estéticas que probablemente hoy en día tengan menos sentido que hace 20 años. Consumo ese brebaje desde que era muy niño, y muchas veces, si no bebo más, es porque entiendo que no puede ser un sustitutivo del agua. En definitiva, dado que lo que me enganchó siempre fue su sabor, por encima de competencias como Pepsi, esta historia que paso a relatar me llamó bastante la atención. Si es que, os habéis fijado que refrescos marca blanca de limón o naranja están bastante conseguidos, pero los de marca blanca de cola (Casera Cola, Cola Mercadona o similares) son, directamente, imbebibles?

En 1985, el entonces presidente mundial de Coca-Cola, Roberto C. Goizueta, hizo un comunicado muy importante. “Hemos superado lo mejor”, declaraba. Después de 99 años, la compañía había decidido abandonar su fórmula original y cambiarla por otra composición más dulce, con un sabor que parecía ser mejor, la “New Coke”.

Producto típicamente 80's... puedo imaginarme a Phil Collins bebiendo esto

A mediados de los 70’s y primeros de los 80’s, Pepsi Cola comenzó con campañas muy fuertes de asociación de Pepsi con juventud, vitalidad, y todas esas cosas. Un mensaje que, de hecho, no ha cambiado mucho hasta ahora. Además, parecía ser que el sabor de Pepsi gustaba más al público en general. Total, que en 1984, la ventaja de Coca-Cola sobre Pepsi era de un paupérrimo 2%. En esa época, Guizueta, inmigrante cubano, llegó a la presidencia de la compañía, promulgando ideas nuevas.

Una de estas era el tema del sabor. En el 82 prepararon un proyecto con mucho secretismo, el llamado Proyecto Kansas. Hicieron un estudio e incluyeron pruebas ciegas de sabor, en la que se daba a beber de la nueva composición, de carácter, en general, más dulce. La prueba fue un éxito. El nuevo sabor gustaba mucho más. Y en 1985 la Compañía Coca-Cola sacaba el nuevo formato, “New Coke”, a bombo y platillo, que, ojo al dato, sustituiría al formato clásico. 24 horas más tarde, el 81% de la población de EEUU conocía la noticia. Brutal.

Pero pasó algo sorprendente. Se previeron algunas protestas, pero no tantas. El primer día la compañía recibió 650 llamadas. Unas semanas después eran unas 5000 diarias, tuvieron que habilitar 83 líneas de teléfono. La queja, en general, era que la Coca-Cola era un símbolo americano y con el nuevo sabor, la compañía les había traicionado. La Compañía Coca-Cola había traicionado al pueblo americano…

Si alguien tiene interés, en Micronesia aún se vende...

Se montó un pollo de escándalo, hubo conatos de denuncias por parte de asociaciones freaks, la gente hacía acopio de los restos de Coca-cola clásica que quedaba, y los medios, claro, no dejaron de echar leña al fuego. Al final, y en una decisión sin precedentes, en julio de 1985 (tan solo 4 meses más tarde), Coca-Cola hizo un comunicado público informando de que el sabor original volvería a la venta bajo el nombre de “Coca-Cola Classic”. Y tras una sangría de pasta histórica. La “New Coke”, que sólo se vendió en EEUU y Canadá, pasó a llamarse Coke II, como un sabor extra (como Cherry Coke) y tuvo alguna aceptación en algún mercado asiático residual, como Micronesia.

¿Tal vez mi gusto por la Coca-Cola (clásica) es fruto de la influencia de la cultura americana? No lo creo, pero no deja de ser una curiosa historia que me da que pensar.

Canciones:

The Beach Boys: "I can hear music"
Diamond Dogs: "Anywhere tonight"
Chris Cornell: "Pillow of your bones"

jueves, 27 de marzo de 2008

¡Niño, tira pa' Linares!

Qué jachondos son los de la SER... con frasecitas así no hay quien pueda hacer un microrrelato ni medio decente (o tal vez debería decir microdecente... juas juas). En fin, y por no perder la costumbre que adquirí seriamente la semana pasada, que no se diga, microrrelato al canto, enviadito y todo. Espero seriamente que el relato ganador de la semana que viene acabe con la frase "érase una vez..."

¡Niño, tira pa' Linares!
El paciente suele repetir esa frase una y otra vez. En ocasiones de forma compulsiva y repetida. Es su única expresión oral inteligible. No es capaz de articular otras palabras y su comunicación con los facultativos y personal del centro es puramente comunicación no verbal. El paciente sufrió un grave accidente de tráfico. Conducía una furgoneta y todo parece indicar que tras un volantazo, se salió de la carretera. Tuvo el accidente en una bifurcación de la vía. Su padre, que iba en el asiento de copiloto, falleció en el acto.

Ale. Y sí, me quedo tan ancho.

Canciones:

Red Hot Chili Peppers: "My friends"
The Stone Roses: "She bangs the drums"
Pixies: "Wicked song"

martes, 25 de marzo de 2008

Bóveda

Me lo comentaba una amiga hace unos meses, y la verdad es que me dejó frío. “Han cerrado el Bóveda”, me dijo. No hace mucho pasé por ahí. No sólo la han cerrado, sino que en el lugar donde se erigía, ahora hay solamente un solar, pasto de la especulación inmisericorde que reina en la Barcelona del siglo XXI. Y es que si hace un año dedicaba una entrada a la mítica discoteca Sr. Lobo, es de justicia que haga lo propio con otra discoteca como era Bóveda.

Ok, reconozco que Bóveda carece de la mitología urbana de Sr. Lobo, lo suyo fue siempre más humilde en este sentido. Pero también más perenne. Y su cierre ha sido, lo reconozco, una sorpresa. Como también reconozco que hacía como un lustro que no traspasaba sus puertas. Bien, probablemente carezca de anécdotas (ciertas o falsas) tan jugosas como las del Sr. Lobo, pero en tanto que fui bastante a ese sitio, sobretodo cuando empezaba a salir, no deja de tener unas significaciones subjetivas que evocan en mi memoria personas y situaciones, y dibujan media sonrisa en mi cara.

Epicentro del grunge de bolsillo de Barcelona

La primera vez que fui a Bóveda fue cuando yo tendría unos 16 años. No me extenderé en explicar el contexto de la situación (musical, social, moda, …), cosa que ya hice en la entrada correspondiente a Sr. Lobo . Recordar simplemente que Bóveda era una de las discotecas del Poblenou barcelonés que acogieron a cientos de chavales con tendencias grunchis. Sí que es cierto que fue la primera discoteca a la que fui que no era un templo makinero. Mis primeras incursiones en discotecas y otros antros de fiesta estaban motivados, obviamente, por la búsqueda urgente de contacto con el sexo opuesto, de modo que fui dos o tres veces a un local de la calle Beethoven. Música discotequera y makinera que no me motivaba mucho. Y descubrir que podía haber discotecas en las que se pinchara música que me gustaba, bueno, ahora puede parecer estúpido, pero resultó ser un agradable descubrimiento para mí. Aquella tarde pincharon Offspring, Nirvana, Counting Crows, Cypress Hill y un Jitazo Fugaz del momento, Coolio . Bueno, aquello estaba muy bien!

En realidad, Bóveda era un sitio bastante chapucero. Se trataba de una nave industrial reconvertida. Una barra larga, una pista no muy grande con una cabina de DJ a modo de palco o balconcete, y una escalerilla de barrotes desde la que se podía acceder a la cabina y pedir el éxito del momento. Esa pista tenía un techo más alto y pintado como si de una bóveda celeste se tratara (lo adivinan? Por eso el nombre!!), y luego unos demonios pintados en las paredes, como demostrando la dicotomía entre el cielo, a nuestras cabezas, y el infierno, donde estábamos. Completaba el cuadro un segundo nivel que se había construido aprovechando la gran altura del local, desde donde se podía ver la parte de abajo y que probablemente cuando esa nave tenía actividad industrial, acogía las oficinas. En fin, no era un sitio con mucho estilo, que digamos. Ni falta que le hacía. Era la época del grunge, diablos!!

A partir de aquella tarde, el grupete del instituto nos aficionamos a pasar las tardes del viernes allí. Sábados de tanto en tanto. Salíamos por la tarde, íbamos al centro comercial Glòries a comprar bebida (whiskey, coca-cola, vasos de plástico y hielo) y bajábamos por el Poble Nou industrial. En un portal de una empresa cerrada dábamos buena cuenta de la bebida, y luego, al Bóveda. Eso era vida. Quizás por ello no entiendo los botellones masivos. Yo, como todo el mundo, he hecho botellón, pero lo intentábamos hacer en un lugar más o menos poco transitado, para disfrutar tranquilos de la camaradería adolescente y del espíritu del vino.

El ir a Bóveda también tenía un punto a favor: no era necesario “arreglarse”. Dicho en el sentido más clásico, por supuesto que me arreglaba, buscaba un look lo más cuidadosamente desaliñado y me pasaba tiempo en el espejo consiguiendo el despeinado deseado. Pero vamos, que no era necesario llevar zapatos ni la camisa por dentro del pantalón. Por lo demás, pinchaban música alternativa, sí, pero también otras cosas, tipo rock español, pachanga y alguna cosita, muy poca, de dance. Ni que decir tiene que uno de los momentos cúspide de la sesión era cuando pinchaban “Smells like teen spirit”. Recuerdo con cariño una tarde monográfica que dedicaron a Héroes del Silencio, era 1996 y estaban en el punto más alto de su carrera. Y para cerrar, lo recordaré siempre, pinchaban “More Than Words” de Extreme. En ese momento, y aprovechando la guitarra adictivamente babosa de Nuno Bettencourt, el que había convencido a una chica, aprovechaba para culminar su “obra” rubricándola con besos y magreos al ritmo de la balada. Los demás, claro, aprovechábamos para ir saliendo sin hacer cola en el guardarropa.

Estilismo warholiano o directamente cutrez?

La competencia del Sr. Lobo fue muy dura. De repente, surgió un local de características similares pero que no cobraba entrada. Claro, para un segmento de público tan sensible a estos asuntos como la chavalería, podía tratarse de una medida determinante. De manera que Bóveda se acabó posicionando como un local con un poquito más de clase: menos violencia, menos moscones para las chicas, … un Sr. Lobo “soft”. Yo sin embargo, dejé de ir a Bóveda durante una temporada, mi etapa Lobo. Y cuando volví, lo hice por las noches. Ya tenía la edad, claro, y el Sr. Lobo estaba en plena decadencia. Bóveda se había reconvertido, ya no era un local grunchi, el grunge como moda estaba ya de capa caída y se situó como un lugar opuesto a la típica discoteca house/techno. Allí se pinchaba mucho pop/rock español (Dover, Ska-P, Siniestro Total, Seguridad Social o Danza Invisible), algo de dance más comercial, pachanga y algunos vestigios de lo que fue (Offspring, Blur, Nirvana…). No es que me matara de placer, pero mi grupete grunge del instituto se había disuelto y con mis amigos actuales podíamos ir, considerándolo como un lugar “neutro”, es decir, ni muy dance ni muy rockero. Y con muchas chicas, todo hay que decirlo. Incluso pasé alguna noche de fin de año. Las cosas parecían irles bien, había noches de verdadero agobio por la multitud de gente. Desde luego, el tema de control de aforo no lo llevaban nada bien. Y se especializaban también en fiestas universitarias.

Por ninguna razón en especial, dejamos de ir. Una vez, la última vez que fui, hará unos 5 años, decidimos ir como anécdota. Una suerte de “noche remember”, bromeábamos. Aguantamos una hora. El local era una sombra de lo que fue. Medio vacío, música bastante flojita y con una pátina de cutrez permanente. Aquella noche nos fuimos a otro sitio. Parecía que se le había acabado el momento a Bóveda. Y ya no volví más. Resulta curioso cómo ahora me sabe mal que ya no exista.

Canciones:

Brian Wilson: "Your Imagination"
The Gutter Twins: "All Misery / Flowers"
The Black Halos: "Somethings never fall"

domingo, 23 de marzo de 2008

Jitazos Fugaces. Hoy ... Big Mountain

Bueno, sabíais que iba a ocurrir. Desde el primer momento en que inicié la saga de los Jitazos Fugaces sabíais que tarde o temprano tenía que pasar. Que ELLOS tenían que aparecer por aquí. De modo que hagámoslo rápido, y sin dolor. Y démosle un caluroso aplauso de bienvenida a ... (fanfarria)... Big Mountain!!!

En fin, si hay un Jitazo Fugaz de la época grunge, ese galardón se lo disputarían 4 Non Blondes (que ya aparecieron por estos lares) y los que protagonizan la edición de hoy. Efectivamente, desde la primavera de 1994 aproximadamente, no dejó de sonar por todas las radios y teles esta canción, que para más inri, y supongo que por aquello del reggae y su relación con Jamaica-trópico-verano, se convirtió en una de las canciones de ese verano'94.

La cosa fue del siguiente modo: Big Mountain eran una banda californiana de reggae formada en 1990 que pasó sin pena ni gloria y utilizó varios nombres (como Rainbow Warriors o Shilo) y publicaron su debut, ya con el nombre por todos conocido en 1992. El caso es que tuvieron la gran potra de que el productor de cine Ron Fair les pidió que hicieran una versión del clásico de Peter Frampton "Baby I love your way" para incluir en el soundtrack de su última película, Reality Bites.

Esta canción en concreto la publicó Frampton en 1975 y la popularizó un año después en su celebérrimo "Frampton Comes Alive". ¿Qué extraño mecanismo hizo que el tal Ron Fair pidiera precísamente una versión de esta canción? Ok, Frampton fue toda una estrella en los 70's pero en los 90's no gozaba de gran popularidad, que digamos. El caso es que la película resultó ser todo un éxito. Dirigida por un Ben Stiller que todavía no había explotado al máximo su vis cómica, se definió a la cinta como un "reflejo de la generación X", una película para una generación, como lo pudo ser también Singles. Y esta versión reggae de Frampton era el tema central de la película. Vamos, que se puede decir que a los Big Mountain se les apareció Haile Selassie en forma de productor de cine, porque un grupete de lo más vulgar con una versión bastante ramplona del tema (nada, un ritmo reggae y a correr) de repente se vieron visitando platós televisivos de todo el mundo. Incluídos los de esta nuestra Celtiberia, todavía permanece en mi memoria una cutre visita que hicieron a un programa veraniego de videoclips que recibía el fantástico nombre de Clip, clap, vídeo. Un día debería dedicarle una entrada a este programa, sin duda daría mucho de sí.

Big Mountain aprovechó para colar este single en su disco "Unity", un pastiche de reggae de 2ª división. Por si a alguien le interesa, siguen en activo y en su web anuncian un tour 2008 (el horror!!). No obstante, evidendemente, como vinieron, se fueron, y quizás me sorprende que esa canción esté bastante olvidada en el túnel de los tiempos y no se programe ni en radiofórmulas "adultas" tipo M80. No mucho después, la bellísima Lisa Bonet interpretaba esa misma canción para la película "Alta Fidelidad". Pero aquello, claro, era otra historia.



viernes, 21 de marzo de 2008

Concurso de microrrelatos - reincidencia

Hacía ya mucho tiempo que no participaba en el concurso de microrrelatos de la SER, de hecho sólo llegué a a hacerlo una vez. Y quizás no fue tanto por falta de inspiración sino por el hecho de que el período de margen, de martes al mediodía hasta jueves, me resultaba complicado. Esos días son los que suelo tener más liados y no me pongo ante el teclado. Pero aprovechando el alargamiento del período, sospecho, ya que ayer fue fiesta en España y dudo que el programa en cuestión se llevara a cabo, he probado de nuevo. Reincidencia al poder.

La frase de esta vez puede dar pie a historias de animales rollo Disney. Por mi parte, no sé, no acabo de estar satisfecho, pero ahí lanzo el tema y tal vez cualquier día de estos, caiga en la multi-reincidencia y envíe otro. En fin, ahí va:

Abrumado por tanta responsabilidad, el animal había huido. Cuando ya estaban a punto de cogerle, vieron cómo se esfumó. Y todos andaban tras él. Las milicias, los cámaras, los redactores, los ayudantes del gabinete, los generales, el ministro designado. Todos ellos detrás de ese pobre venado, el más grande y bello ejemplar del paraje, que con ese acto rebelde había hundido un plan de rodaje casi militar. Debía ser la escena cúspide del documental, el dictador mostrando a su pueblo la pieza que con su destreza había logrado. Un animal estupendo digno del gran mandatario. Demasiado para un pobre venado.

Y después de leer lo que comenta Belén acerca del uso indebido de textos de su blog, me ha acojonado, de manera que he protegido esta entrada y relato, no sea que algún desaprensivo se acabe llevando el premio que, sin duda alguna, me pertenece. Más que nada por el tema del concurso, y tal. El resto, me da igual. Total, para lo que hay...

Canciones:

The Offspring: "All I want"
Pixies: "Debaser"
Queen: "'39"

lunes, 17 de marzo de 2008

Cine de romanos

Estamos ya metidos en la semana santa, cada vez más semana y menos santa, afortunadamente por otra parte, y sin embargo, si algo echo de menos de la ausencia de laicismo (o de originalidad) de hace no tantos años es la tele. Efectivamente, no hace tanto, esta semana era símbolo de fiesta en el cole y de peplums clásicos en la tele, de esas que popularmente se les denominaba "de romanos" o con mayor sorna, "de estampita". Y allí estaba yo, disfrutando de esos clásicos imperecederos. Hoy en día se programan menos, o lo que es aún peor, las televisiones programan esos horrorosos remakes para televisión. Ayer mismo echaban una basura que alguien se había empeñado en titular "Espartaco"... como si no supiera todo el mundo que Espartaco sólo hay uno, Kirk Douglas, y que la mano de Anthony Mann y Kubrick planea por la cinta. Esa es una de las paradojas de estas fechas: la historia de Espartaco no tiene nada que ver con la semana santa ni con ninguna clase de conmemoración católica o cristiana. Pero es igual. La premisa es "si salen togas y sandalias, la emitimos".

Y es que los productos actuales que recuperan la esencia del peplum clásico son, en general, bastante pobres. Básicamente, tan solo Gladiator de Ridley Scott y La Pasión de Cristo de Mel Gibson alcanzan un nivel decente. Por lo demás, en general abundan subproductos destinados para televisión que vienen bajo la aureola de superproducción pero que por más dinero que se haya puesto, resultan un coñazo. Me refiero, por ejemplo, a esa superproducción que se denominaba "La Biblia", y que resultaban ser telefilmes con los pasajes más típicos del librito de marras, con algún protagonista de renombre, generalmente viejas glorias en crisis tales como Ben Kingsley o Martin Landau, y mucho extra. Aburridísmos, en general. Cada semana santa cae algún episodio. En este sentido, puedo destacar únicamente la serie Roma, que Cuatro emitió el año pasado y que presenta su segunda temporada en unos bizarros pases de varios episodios el jueves y el viernes santos ambos dos. La temporada uno fue totalmente recomendable. Sufre del síndrome espartaco (¿qué tiene que ver la fundación del Imperio Romano con la dichosa religión?) pero no seré yo quien se queje. Hacía tiempo que quería ver la segunda temporada.

Aprende, Fernando Alonso

Ahora, para mí la semana santa siempre han sido unos títulos básicos. Comenzamos por "Ben-Hur", la epopeya de Cecil B. DeMille, que merecería una entrada aparte. Lo diré rápidamente: Peliculón. Mi tradición personal es que a cada pase que tiene la cinta por alguna de las teles (generalmente en navidades o en semana santa) veo ni que sea un ratito. Charlton Heston superstar!! Y es que vale la pena el doblete de Heston. O de Cecil B. DeMille. Si se visiona "Ben-Hur", diablos, vale la pena hacer lo propio con "Los 10 Mandamientos". Oscar a los mejores efectos especiales en 1956, poca broma. Cecil era un megalómano y Charlton su instrumento de trabajo, el artífice de su obra. Y pese a tratarse de obras de temática religiosa, no falta la violencia, el sexo, la atracción física, la ambición. No, en el fondo no son tan beatas como pudiera parecer.


La entrada triunfal, las catacumbas, el toro, Nerón tocando... grandes momentos

Podríamos seguir con "Quo Vadis". Probablemente sea muy cursi, a diferencia de "Ben-Hur". Y sin embargo, cómo resistirse a esos decorados llenos de absurdo colorido o a esa histriónica interpretación de Peter Ustinov como Nerón. No podemos olvidar igualmente a Robert Taylor de galán con falda y a la belleza fría de Deborah Kerr. Y cerraríamos el ciclo clásico de obligatorias con "Rey de Reyes", de Nicholas Ray. Se trata, en realidad, de un remake de la cinta de 1927 que dirigió, ¿lo adivináis?, Cecil B. DeMille. No hay que olvidar, claro, que Ray fue el director de "Rebelde sin causa", y fue amigo de James Dean. En este caso narra los pasajes evangélicos y muestra a un Jesús encarnado por Jeffrey Hunter, que venía de estrella juvenil de los 50's. Es decir, un Jesús con un trasfondo de Jimmy Dean. La cinta, como es por todos sabido, se rodó en España, de la mano del productor Samuel Bronston, y ojito a la intérprete de María Magdalena: nada más y nada menos que Carmen Sevilla.


Estoy seguro de que si no hubiera muerto, Nicholas Ray habría elegido a James Dean para interpretar a este pelanas barbudo.

Yo creo que lo mejor sería tirarse todo el jodido viernes santo viendo estas películas, una detrás de la otra, regadas con cualquiera de vuestros alcoholes favoritos. Seguro que al final acabas viendo a Dios. En el tintero me dejo muchas películas que bien merecerían un lugar entre estas líneas, y que no cabe duda de que me hicieron pasar buenos ratos: "La túnica sagrada", "Barrabás", "Sansón y Dalila"... ocurre que no quiero acabar con un empacho que sólo soportaría Terenci Moix en una etapa de nostalgia, de modo que lo dejaremos aquí. De momento.

Canciones:

Chris Isaak: "One Day"
QOTSA: "Little Sister"
Franz Ferdinand: "Do you wan to"

domingo, 16 de marzo de 2008

Jitazos Fugaces. Hoy ... Charles & Eddie

Alguna vez he comentado que una de las cosas que me gustan del inglés son esas expresiones más o menos populares y que con la inmediatez que tiene el idioma de Margaret Tatcher (qué? o acaso el inglés es exclusivo de Shakespeare?) resultan decir mucho con apenas unas sílabas. Así, a lo que yo denomino Jitazos Fugaces los angloparlantes se refieren como One Hit Wonders. No llega ni a traducción libre, lo sé. Y en este caso, me gusta utilizar otra expresión para referirme al Jitazo Fugaz de hoy: guilty pleasure.

Y es que aunque me avergüenza un poco, por lo casposo, por lo baboso y por lo comercial del asunto, el Jitazo Fugaz de hoy me gusta!! Damas y caballeros, recibamos con una fuerte ovación a Charles & Eddie!!! (ta-chaaaannnn)

Un tema como "Would I lie to you", con esas voces angelicales y esos arreglos tan bien puestecitos es un obligatorio en toda recopilación M80 o RAC105 que se precie. Tanto es así que por temporadas he llegado a odiar esta canción, cosas de la sobreexposición. La historia viene a ser la de siempre. En 1992, Charles & Eddie irrumpen en la escena con un disco bajo el brazo,"Duophonic", y en seguida el single que se extrae comienza a ser radiado sin piedad, y su correspondiente vídeoclip programado una y otra vez. Eran unas épocas de un cierto resurgimiento del interés por el soul en su aspecto más clásico, y no cabe duda de que "Would I lie to you" bebe de esas negritudes sesenteras, aunque con una producción limpita y acorde con su año. Evidentemente, ese fue el principio y el fin. El dúo se hinchó a hacer cuartos con la canción de marras, y a la hora de sacar el LP de continuación, como es habitual ya en estos casos, se desinfló el globo.

Siempre me hizo gracia la estúpida historia de cómo se conocieron Charles (alias "el negro") Pettigrew y Eddie (alias "el blanco") Chacon. Contaba la nota de prensa que se conocieron cuando coincidieron en el metro de NYC. "El Blanco" llevaba una copia de un LP de Marvin Gaye y "el Negro" al verlo, entabló conversación con él. El resto es historia. O historia ficción, quién sabe, porque esto me suena a comedia romántica hollywoodiense. O más bien a comedia romántica gay. Sea como fuere, y aunque no sin cierto rubor, lo reconozco. Me gusta esta canción.

No tardaron, claro, en disolver el dúo, aunque antes colaron una canción en la banda sonora de la película "Super Mario Bros." ... alguien debería algún día dedicar una buena entrada a un tema tan lisérgico como esa peli que, ojito, contaba con Dennis Hopper como el malo (quién te ha visto y quién te ve...). En la actualidad Eddie "el Blanco" trabaja como compositor profesional. Charles "el Negro" murió de cáncer en 2001.



miércoles, 12 de marzo de 2008

Perdóneme, padre, porque he pecado...

Leo con estupor hoy que la iglesia católica se moderniza: ahora hay pecados que se corresponden con los tiempos modernos... claro, estamos en pleno siglo XXI y ya no se lleva eso de casarse con la hermana de mi mujer si esta muere. ¿O era al revés? En fin, y para que a todo católico de bien le quede claro que el camino al cielo es largo y tortuoso mientras que hacia el infierno es una autopista sin límite de velocidad, el regente del Tribunal de la Penitenciaría Apostólica del Vaticano (tóma título), el obispo Gianfranco Girotti, presentó algunos de los que podrían ser los nuevos tipos de pecado, los llamados pecados sociales.

Ahora es pecado experimentar con manipulaciones genéticas. A tomar por culo la investigación. Y las drogas. Cosa mala. No me queda claro si es consumirlas o traficar con ellas. En cualquiera de los casos, nada, caca. Que digo yo, qué mal le habrán hecho las drogas a estos señores? También la contaminación ambiental, lo cual no está nada mal, por una vez, parece que los pecados los dicte Joan Herrera y no los hombres de Ratzinger. Pero vamos, para que quede claro que de repente nuestro alemán favorito (por detrás de Klaus Meine... con perdón) no se ha hecho votante de IU, también condenan a los fuegos eternos a todo aquel que use cualquier forma de contracepción.

Hay uno que me parece especialmente cojonudo, el colmo de la hipocresía más brutal, y es aquel que dice que los enriquecimientos desmesurados son pecado porque alimentan "desigualdades sociales y económicas, según las cuales los pobres son cada vez más pobres y los ricos, cada vez más ricos". Bueno, gran ejemplo el que proporciona esa curia. No por tópico se debe dejar de comentar.

Qué tiempos aquellos en los que los pecados capitales eran un bonito número de gran significado cabalístico, 7, y que esa gran película de David Fincher nos enseñó.

* Lujuria
* Gula
* Avaricia
* Pereza
* Ira
* Envidia
* Soberbia

En fin, como quiera que los presento todos sin saltarme ni uno, queda claro que no me sentaré a la diestra del señor. Claro, estos últimos no serán tan modernos ni tan cool como los "Pecados Sociales" de monseñor Girotti, pero son los que más molan. Aunque ojito, yo aviso, a este paso entrar en el cielo será más chungo que a la mansión Playboy, que, en el fondo, seguro, vienen a ser lo mismo.

Canciones:

The Black Crowes: "God got it"
QOTSA: "Little Sister"
Neil Young: "Fuckin' Up"

lunes, 10 de marzo de 2008

Festivales

Podemos decirlo claro: estoy hasta los huevos de festivales. Así, hablando mal y pronto. Hace unos años los festivales eran una buena excusa para poder disfrutar por estos lares de gente que difícilemente se pasaría para tocar en una sala o pavellón deportivo. Afortunadamente, esa situación está superada. Afortunadamente, en los últimos 10 años hemos podido comprobar como en la piel de toro recalaban artistas de todo tipo y condición. Hemos visto a unos Radiohead hacer primicia mundial de su "Ok Computer" en Barcelona, a unos The Stooges tocar tres o cuatro veces en menos de un lustro, a The Cure, a Guns n' Roses, a toda la pléyade de bandas escandinavas... en fin, parece que somos menos africanos que antes.


Más de una década esperando ver esto... o el 50%

Sin embargo, una moda asola nuestra geografía y amenaza nuestros bolsillos. Se trata de los festivales de música. Lo que al principio parecía una idea guapa, hoy en día, por multitud, se está convirtiendo en un coñazo. Un, dos, tres, responda otra vez: FIB, Bilbao Live, Summercase, Primavera Sound, Rock in Rio, Kobetasonik, Azkena, Doctor Loft, ... Total, que ahora la cuestión recae en traerse al grupete de turno para tu festival. Lo demás, nada, un descampado, un puesto de cerveza rancia y cuatro desarrapados que toquen antes y ale, ya tenemos festival. Eso sí, a 60 euracos mínimo. El caso del Kobetasonik es flagrante, festival creado por y para Kiss, para justificar una visita de los cuatro maquillados (bueno, que sean dos). Lo cual es ridículo cuando con una diferencia de menos de un mes se lleva a cabo en el mismo recindo (o debería decir "prado") el Bilbao Live. Y claro, a pagar el dineral como mínimo de la entrada de un día. Para ver a Kiss y a 10 teloneros. No se crean, lo mismo ocurre con R.E.M.: se lo llevan la promotora Doctor Music y se montan un festival ex-profeso. Afortunadamente me pilla más cerca de casa, Castelló d'Ampúries. Otras opciones? Bilbao, one more time. O Madrid en ese horror que es el Rock In Rio. Pues nada, a l'Empordà, que la tramontana va bien para el cutis.

Vacaciones en la Costa Brava... por cierto, poquito crédito les queda, esperemos que el nuevo disco sea más decente que el anterior.

Me retrato para Kiss y los de Athens. Y cuando tengo tomada la decisión, me entero de que en el Summercase tocan nada más y nada menos que los Sex Pistols. Por si alguien no lo sabe, el Summercase es un festival de una jornada donde se juntan un puñado de grupetes de esos que molan tanto en el Mondosonoro o el Rockdelux. Y tienen los huevos de acoger la que es única fecha de los Pistols. 60 euracos me separan de ellos. Filthy Lucre Tour. Me niego. Pero claro, los Sex Pistols vienen a mi ciudad y no voy a ir. Está claro que no son los Pistols del 77, ni siquiera los del 96. Pero quieras que no, me jode.


Más viejos y más gordos, y más de vuelta de todo... here comes the sex pistols


domingo, 9 de marzo de 2008

El loro

De un tiempo a esta parte vengo encontrándome con una situación que no deja sino de producirme una desagradable sensación de déjà vu. Supongo que muchos os habréis encontrado también con la misma experiencia, la de andar caminando por la calle, o sentado en un transporte público, y de repente, escuchar una cancioncita (habitualmente reggaetonera, dance, dance latino o similar). Al principio parece ser un tono hortera para movil. Pero resulta persistir. Cógelo ya, piensa uno para sus adentros. Pero no para de sonar. En ese momento es cuando te das la vuelta para darte cuenta de que no, no era una llamada telefónica, es alguien que está escuchando música con el móvil desde el propio altavoz del teléfono. Así, impunemente. Es de agradecer que en un mundo en el que los sentimientos y la solidaridad parecen ser vestigios del pasado, alguien quiera compartir su música con los demás. Gracias pero no.

En fin, un par de décadas de evolución (o casi debería decir Revolución) tecnológica para acabar recayendo en un viejo conocido: el loro. Sí, amiguitos y amiguitas, el viejo loro, ese radiocassette que hace años veíamos por las esquinas de los barrios. La cinta de cassette hizo que la música se pudiera llevar con una cierta comodidad fuera del vetusto mueble que alojaba el tocadiscos. Y el radiocassette era el laboratorio mágico donde la música hacía de catalizador a la rebeldía juvenil asociada a la música. Ya sea rap en las esquinas, jevi en los bancos o rumbitas en la playa. La magia del lenguaje moldeable y veloz hizo que rápidamente se asociara la imagen del fulano con un radiocassette al hombro con el de un pirata con un loro en el mismo lugar. Al final, el caso era dar por culo con la música a todo trapo.

Cambio un teléfono por esto...

Y cuando parecía que el walkman, luego el discman y finalmente el mp3 había devuelto la cordura a las personas y la tranquilidad a las calles, de repente esa estúpida moda de hacer sonar la música en alto desde el móvil invade nuestras calles, plazas y transporte público. No, gracias, no quiero escuchar La 5º Estación, Melendi o el Reggaeton de turno. Tanta generación iPod y tanta hostia para acabar usando móviles de última generación como un vulgar loro. Auriculares para todos ya!

Canciones:

The Beach Boys: "You still believe in me"
Monster Magnet: "2,000.000 light years from home"
The Clash: "Rock the Cashba"

miércoles, 5 de marzo de 2008

Jitazos Fugaces. Hoy ... Chumbawamba

Pero cómo les iba a dejar sin esta, su subsección favorita de Notas De Kar??? Por supuesto, los Jitazos Fugaces han vuelto, esta vez con un tema un poquito más moderno. No dejan de ser Jitazos mayoritariamente de los 90's. Sí, paradojas de la vida, la década prodigiosa de la música de mi vida y me dedico a repescar pequeñas píldoras tóxicas. La razón es mucho más lógica de lo que pudiera parecer.... en esa época consumía más radio y más tele musical. Y lo hacía porque la oferta por aquél entonces era más interesante, recuerdo una época en la que en los 40 Principales los Guns n' Roses llegaron a acumular 5 o 6 números 1 de sus Use Your Illusion, y entre los programas de videoclips era frecuente ver vídeos de Soundgarden o de Counting Crows. Por otra parte, la revolución mp3 e intercambio de música por internet era pura ciencia ficción. Diablos, una grabación de CD era casi algo de brujería hasta casi el sXXI!! Claro, estaba mucho más atento a esos maravillosos temas que ilustran esta vuestra sección.

En fin, para no variar nos situaremos en el año del Señor de 1998. Si os menciono el título de la canción, Tubthumping, probablemente os quedéis igual. Si os menciono el nombre de la banda, Chumbawamba, puede ser que os suene. Pero si pinchais en el triangulito del play, definitivamente sabréis de qué canción hablamos. Y es que ese año, el que más, el que menos, todos berreamos alguna vez ese estribillo que rezaba

"I get knocked down
but i get up again
you're never going to keep me down"

En fin, el resto de la letra es pura poesía etílico-fiestera. Y es que es sensibilidad de hooligan lo que destila esta canción. Y es que he de reconocerlo, yo no conocía (ni conozco mucho más) la carrera de Chumbawamba, combo británico que había comenzado su carrera nada menos que en 1982. Se decían influenciados por el punk y la ideología anarquista. Y mira por dónde, fue el completo y absoluto mainstream quien les elevó a el Olimpo de las estrellas fugaces.

Poco pareció importar, pues, toda su carrera de anarcopunkos cuando este Tubthumping sonó, sonó y sonó durante mucho tiempo, siendo además impunemente utilizada como cabecera para TV, ya sabéis, de programas, de anuncios de programación, de cortinillas, y todo eso. Habitualmente, relacionado con deportes, supongo que por el tono hooliganero del estribillo. Cabe decir que esta es la típica canción que sólo tiene estribillo, que el resto del tema es totalmente prescindible. Pero, ay amigos, a quien no le apetecería ahora mismo estar en una barra de un bar cerduno con una jarra de cerveza en la mano (y otras tantas vacías ya en la barra) cantando con unos amigos eso de "I get knocked down..."


domingo, 2 de marzo de 2008

Indiana Jones (y 3)

(viene de la entrada anterior) En esa época no podía faltar la versión en videojuego del héroe. Yo, que entonces tenía que conformarme con la Master System II de SEGA, probé la versión de La Última Cruzada en videojuego, para esa consola. Y lo cierto fue que era una basura de juego, para nada a la altura de lo que se podía esperar de tamaño personaje. Ahora, si un videojuego de Indy causó furor fue "Indiana Jones and the Fates of Atlantis". Se trataba de una aventura gráfica para PC que se basaba no en una de las tres películas, sino en un supuesto guión diferente. El videojuego se publicó en 1992 y resultó ser un éxito del género, que se había puesto muy de moda entre los jugadores de PC. Yo, que no tenía PC, no podía sino esperar que efectivamente se convirtiera en la cuarta entrega de la saga. De hecho, ni recuerdo cómo, cayó en mis manos un fascículo del cómic correspondiente a esa historia... y pintaba muy bien. Indy, en una trama con nazis buscando un tesoro que oculta el mito platónico de la Atlántida. No iba desencaminado, mucha gente pensó que se materializaría, efectivamente, en la cuarta película del Dr. Jones. De hecho, el videojuego venía de la división de software de la compañía Lucas Arts, con lo cual, todo encajaba. Pero al final, el tiempo fue pasando, ninguno de los implicados (Spielberg, Lucas, Ford) tenían gran interés en resucitar al ídolo, y todo acabó cayendo en el olvido. Por lo menos para la pantalla grande.


Pintaba muy bien, aunque al final jamás se hizo película

No fue así en la pantalla pequeña. Por esa época sería, más o menos, cuando Antena 3 emitió la serie "Las Aventuras del Joven Indiana Jones", que bajo el auspicio del propio George Lucas, mostraba a un Indiana Jones de 93 años que explicaba historias de su infancia y juventud. En ellas mostraba a un crío o adolescente (dependía del episodio) Henry Jones metido en mil y un fregados históricos que se supone curtieron al personaje final de Indiana. La versión del Indy con 17 años la encarnaba un tal Sean Patrick Flannery, siguiendo un poco la estela marcada por la intro de la tercera parte. Obviamente ese papel no pudo recaer en el malogrado River Phoenix. Así, mostraba a un Indy que de joven se escapa a México y se une a los revolucionarios de Pancho Villa, para luego alistarse en el frente europeo de la 1ª Guerra Mundial, en el ejército belga (??), y en la serie se mostraban una serie de coincidencias con personajes y hechos históricos, como Pancho Villa, Ernest Hemingway, Charles deGaulle o John Ford. Acabó siendo, no obstante, algo fiasco, no tuvo la aceptación que se pretendía y se acabaron montando de nuevo varios episodios para pasarlos como TV Movie. La serie, no obstante, tenía muy buena pinta, lo que ocurre que en aquel entonces, una serie infantil/juvenil por la noche era casi imposible de ver para mí, ya que era mi padre quien tenía el monopolio del mando a distancia. De modo que muy poquito pude ver. Estoy ahora buscándola por la red, quizás ahora me parezca una basura de serie, pero en aquella época me pillaba en mi etapa más fan.

El Indy viejuno y abuelo cebolleta de la serie

Así transcurrieron los 90's, con rumores y pre-guiones sobre las mesas para la supuesta cuarta entrega de la saga, que nunca llegaba. Recuerdo uno en el que Sean Cornery repetía como padre y aparecía un personaje nuevo, el hermano tarambana de Indiana Jones, que lo encarnaría un Kevin Costner que todavía era considerado una gran estrella. Ese rumor cogió mucha fuerza, aunque al final se quedó en nada. Incluso en 2000, M. Night Shyamalan fue llamado a escribir el guión de marras, una vez más, la maquinaria de Hollywood desbarató el proyecto.



Espectación...
Y llegó el 2007... Lucas había vuelto a dirigir tras muchos años, pariendo la primera trilogía de Star Wars, y el revival 80's estaba en claro apogeo... si volvía Rocky, Rambo, los Transformers, El Coche Fantástico y probablemente El Equipo A, por qué no lo iba a hacer Indiana Jones? En ese 2007 supimos todos que se rodaría la cuarta entrega, a estrenarse el 22 de mayo de este 2008 (se presentará antes en Cannes), bajo el título de Indiana Jones y el Reino de la calavera de cristal (Indiana Jones and the kingdom of the cristal skull). Por supuesto repite un viejuno Harrison Ford encarnando al protagonista, aunque no Sean Cornery, que aunque en principio parecía dispuesto a renunciar a su retiro para dar vida a Henry Jones Sr., parece que al final divergencias con la organización le llevaron a declinar la oferta. Sin embargo, rostros familiares volvían a aparecer, esta vez en forma de Marion Renwood (novieta de Indy en la inicial de la saga) como madre del hijo de Indy, que aparecería en la cinta encarnado por Shira LaBeouf. Kate Blanchett será la mala, al frente de los soviéticos, que al parecer sustituyen a unos nazis que por cuestiones de tiempo ya no tendrían sentido como némesis del héroe (la acción se sitúa en 1957). Y por supuesto, John Williams se haría cargo, una vez más, de la banda sonora. Se habla de extraterrestres, pirámides y templos precolombinos. Y la cosa pinta bien, aunque no sin un cierto temor. Y es que hay mitos que son demasiado importantes como para jugar con ellos.

Canciones:

The Flamingos: "I only have eyes for you"
Diamond Dogs: "Charity Song"
Black Sabbath: "Paranoid"